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El primer museo de ángeles del mundo está instalado en Vaqueros

Se trata de un espacio gastronómico y cultural privado con enorme potencial. Es propiedad de los coleccionistas Eduardo Reales Páez y Joaquín Godoy Racz. 
Sabado, 05 de junio de 2021 19:36

En la calle Hermano Francisco 1756, de Vaqueros, está ubicado uno de los sitios más sorprendentes en estos lares: Refugio de Ángeles. Café literario, salón de té y espacio culinario de elevado nivel, se encuentra inmerso en un entorno natural con vista panorámica a la ciudad de Salta. 
La construcción, de estilo clásico francés, se ubica en medio de un extenso parque por el que transitan aves de corral. 
Y aunque al visitante sorprende la calidad de cada objeto angélico -como esculturas y fuentes, y los detalles finales de elaboración en paredes, pisos y sanitarios- sus propietarios, Eduardo Reales Páez y Joaquín Godoy Racz, aclaran que aún es un espacio en ciernes. 
Allí proyectan abrir sus puertas a los artistas que quieran mostrar su trabajo en plástica, música, canto, danza, teatro y literatura. Y ya asoma el primer museo de ángeles del mundo, desde unos primorosos paneles vidriados, donde están expuestos unos 200 objetos provenientes de los cuatro rincones del planeta. 
Atesorar el Museo de Ángeles (Musée des Anges) fue la plataforma sobre la que se erigió este espacio gastronómico-cultural privado.
Eduardo Reales Páez le contó a El Tribuno que tienen en inventario más de 1.000 figuras y que hace dos décadas encontraron la primera de ellas en un puesto del Mercado de San Telmo, en Buenos Aires. 

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En la calle Hermano Francisco 1756, de Vaqueros, está ubicado uno de los sitios más sorprendentes en estos lares: Refugio de Ángeles. Café literario, salón de té y espacio culinario de elevado nivel, se encuentra inmerso en un entorno natural con vista panorámica a la ciudad de Salta. 
La construcción, de estilo clásico francés, se ubica en medio de un extenso parque por el que transitan aves de corral. 
Y aunque al visitante sorprende la calidad de cada objeto angélico -como esculturas y fuentes, y los detalles finales de elaboración en paredes, pisos y sanitarios- sus propietarios, Eduardo Reales Páez y Joaquín Godoy Racz, aclaran que aún es un espacio en ciernes. 
Allí proyectan abrir sus puertas a los artistas que quieran mostrar su trabajo en plástica, música, canto, danza, teatro y literatura. Y ya asoma el primer museo de ángeles del mundo, desde unos primorosos paneles vidriados, donde están expuestos unos 200 objetos provenientes de los cuatro rincones del planeta. 
Atesorar el Museo de Ángeles (Musée des Anges) fue la plataforma sobre la que se erigió este espacio gastronómico-cultural privado.
Eduardo Reales Páez le contó a El Tribuno que tienen en inventario más de 1.000 figuras y que hace dos décadas encontraron la primera de ellas en un puesto del Mercado de San Telmo, en Buenos Aires. 


La pieza argentina, a la que denominaron su “mascota”, es una muñeca de goma en una sola pieza, un ángel alado desnudo con facciones de niña y cabello rubio de plástico. Aunque sin señales visibles que lo corroboren, ellos presuponen que podría haberse fabricado a mediados del siglo pasado. 
“Ese fue el inicio del atesoramiento de más de 1.000 figuras y objetos relacionados con ángeles, de innumerables orígenes. La mayoría son productos de viajes especialmente por casi toda Europa. Algunos también son obsequios de amistades que residen o visitan otros países”, señaló Reales Páez.


Agregó que la idea de armar un museo les surgió en 2016 durante la primera visita que hicieron a un local de Montmartre en París (Francia). 
Poco antes de tomar el colectivo turístico ellos estaban buscando un sitio para comprar objetos angélicos. Por recomendación de lugareños llegaron a la Boutique des Anges -un local temático sobre estos espíritus celestes, según la tradición creados por Dios para su ministerio-, y cuando entraron fue como tomar parte de una realidad onírica. 
“Ese lugar para mí era como Disney. La atención de la dueña, llamada Brigitte, no fue muy cordial porque yo le hablaba en inglés y ellos detestan que el turista se dirija a ellos en esa lengua, pero alcancé a comprarle e hicimos a tiempo y no perdimos al contingente. Al año siguiente volví, ya hablándole en francés porque había aprendido con una nativa, Martiné Rivera, que es de Marsella y vive aquí”, comentó Reales. Después de ese reencuentro con Brigitte en 2017, Salta está representada allá por varios artistas como las figuras de cerámica de la artesana Lía Riquelme, de La Calderilla, cuyos trabajos Reales Páez y Godoy Racz llevaron a la Boutique. 


“Brigitte se emocionó mucho al recibirlos y yo para entonces había entendido que ella vendía souvenires industriales”, detalló Reales Páez. 
Entre las vitrinas que guardan la, por el momento, colección permanente tienen un grabado alemán de 1536 y dos botellones de porcelana de brandy francés de 1817 lacrados y con certificado de autenticidad, que se trajeron a nuestro país para el primer aniversario de la independencia argentina. Todos con motivos de ángeles. 
También un ángel de cristal Swarovski, llamado Ángela, una edición limitada de 2016 y traída de Austria. Además, capta la atención una pieza de cristal de Murano con partículas de oro y comprado por ellos en Venecia. El cristal de Murano es originario de la isla italiana homónima, que se ha constituido como el centro industrial del cristal soplado desde hace muchos años. 
Luego colocaron un Lladró de porcelana de Valencia (España) y otro de la misma fábrica, pero en Barcelona, con una estética más lúdica.

Los ángeles de madera con dorado a la hoja que dieron lugar al logo de Refugio de Ángeles. 
Asimismo, poseen objetos con el sello original Capodimonti, célebres piezas finas de decoración de porcelana italiana conocidas por sus intrincados diseños y sus motivos antiguos.
Hay objetos de diferentes ciudades de Italia como Asís y Roma. Un conjunto de alfarería de Delft (Holanda), donde se realizan piezas en cerámica pintadas en blanco y azul.
Otra de polvo de mármol hecha en Atenas (Grecia). Algunas de vidrio de Bohemia, de la República Checa. En este conjunto las más modernas son de Praga (República Checa). 
Las estatuillas angélicas en biscuit, características de Francia en la fábrica de Sèvres y en Italia, en la Real Fábrica de Capodimonte de Nápoles, rivalizan con aguamaniles hechos por artesanos de Toledo y de Madrid. También, con ángeles cusqueños de madera, cubiertos con láminas de dorado a la hoja en oro de 24 quilates. 

Los ángeles, en escaleras y fuentes, gobiernan todo el espacio. 

En la exposición actual se podrán observar, además de las mencionadas, otros objetos de tela, bronce, petit bronce, alabastro o marmolina como vajilla, juegos de té, potiche, lámparas, apliques, cofres, pinturas, grabados y esculturas. Las facciones lugareñas se hacen presentes en figuras de Finlandia, Indonesia, Venecia y Suiza. Excepciones son unas japonesas y otras argentinas, en las que se vuelve patente una mirada europeizante.
Acerca de la reflexión que les merecen estas criaturas sobrenaturales, desde el más popular: el ángel de la guarda o custodio -aquel que Dios tiene señalado a cada persona para protegerla-, hasta los arcángeles -que forman su octavo coro y, junto con los principados y los ángeles, la tercera jerarquía con la misión de actuar como mensajeros divinos- Eduardo señaló que fueron adentrándose en el estudio a la par del coleccionismo. “En toda Europa es bastante característico encontrarse con ángeles, pero nunca había visto tantos como en Praga, en los dinteles de las puertas y pórticos. Le pregunté a un hombre y me dijo que allí había muchos ángeles porque es ‘una ciudad de pecadores’. Después me enteré de que tiene mucha movida nocturna y que fue preservada en la Segunda Guerra Mundial porque iba a ser la capital del tercer Reich”, relató. 

Los detalles dentro son exclusivos y temáticos, de tono europeo. 
Las instituciones, organismos y artistas interesados en establecer convenios con ellos son muchos, por lo que no sería extraño que Refugio de Ángeles se torne un centro cultural. “Con la Alianza Francesa y el Consulado Francés tenemos proyectado hacer actividades por la Journée internationale de la Francophonie (Día Internacional de la Francofonía, que se celebra cada 20 de Marzo) con gastronomía temática”, anticipó Reales Páez. La mirada de ellos es constituirse en una alternativa de encuentro y aprendizaje para quienes quieran profundizar sus conocimientos en francés a través de un libro, una película, un juego. Además, durante la apertura para locales gastronómicos que propiciaron las condiciones sanitarias en la provincia empezó a funcionar Le Coq Rouge, el restaurante de pastas y crepes elaboradas por José Manuel Fernández, un chef salteño que se especializó en Francia. “Queremos que aquí los clientes vivan una experiencia única, no solo que coman y tomen algo rico, sino que disfruten un lugar, respetando los sonidos de la naturaleza: el viento, los pájaros, el agua del arroyo”, expresó Reales Páez.

Vista de la primera etapa terminada de un complejo que se transformará en un polo cultural. 

Sobre el panorama pandémico señaló que comprende que sea “una prueba y error”. “La tomamos con tranquilidad a la cuarentena, que perjudica a los locales gastronómicos, aunque a nosotros, como no vivimos de esto, el hecho de que esté cerrado no nos genera pérdidas”, especificó. Para Reales, un médico especializado en diagnóstico por imágenes y que trabaja en ese sector hace 34 años Refugio es “su retiro”. “Soy amante de los cafés parisinos y decidimos inventar un lugar con ese estilo aquí en Salta”, concluyó, optimista ante el incierto porvenir. 

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