El artista Heber Artaza dará un taller de dibujo y pintura figurativa en el Museo de Arte Contemporáneo (Zuviría 90). La capacitación abarca tres meses de duración y los interesados podrán optar entre dos comisiones: miércoles o sábados, de 16 a 19.
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El artista Heber Artaza dará un taller de dibujo y pintura figurativa en el Museo de Arte Contemporáneo (Zuviría 90). La capacitación abarca tres meses de duración y los interesados podrán optar entre dos comisiones: miércoles o sábados, de 16 a 19.
El arancel vale $3500. En diálogo con El Tribuno Artaza señaló que el espacio está ideado para alumnos desde catorce años y que esta es la tercera ocasión que lo imparte. A las ediciones anteriores asistieron grupos heterogéneos, profesionales como arquitectos, médicos y docentes de arte, y también gente autodidacta que se estaba dejando reconquistar por una vocación que por circunstancias de la vida mantenía siliente.
“La verdad es muy satisfactorio eso porque al haber tanta diversidad también el grupo se vuelve interesante. Tenemos actividades grupales e individuales para desarrollar el dibujo”, destacó. Acerca del arte figurativo, muy atractivo para el público porque los objetos son identificables y las imágenes reconocibles, señaló: “Creo que hay un gran interés en el público en general y la gente que asiste al taller por poder hacer esa traducción de lo que observa y llevarlo a una obra. Esto no quiere decir que se trate de una mímesis”. Agregó que a él siempre le interesó ese tipo de arte y por ello orientó hacia allí su propuesta. “El dibujar empieza por la observación, y este es un taller que hace mucho hincapié en ese primer paso. También a la hora de entender los procesos del dibujo, cómo se llega a cierto tipo de obra”, precisó.
Luego acotó que hay personas que traen consigo un conocimiento básico y sus experiencias en otros espacios de aprendizaje, por lo que en su taller él busca nivelar a los asistentes. “Cada uno es consciente del nivel y más que nada del tiempo invertido en el dibujo. El dibujo es un ejercicio, es como un deporte, y sí debe haber un compromiso con las actividades y con la obra. Yo entiendo que el taller es como ir a aprender un lenguaje. Luego también lo interesante es saber qué voy a decir cuando realmente aprenda ese lenguaje”, subrayó.
Cuando de sumergirse en el arte se trata, siempre emergen las controversias acerca de si es posible aprenderlo, acerca de si en realidad es un don que se pule, que se ejercita, o si esa aptitud queda anquilosada al no trabajarla. De lo que nadie parece dudar es de la pasión, de la infaltable voluntad para dejarse transir por el arte.
Los alumnos son un grupo heterogéneo, según Heber Artaza.
“Lo más importante dentro del dibujo es justamente esas ganas que se tienen de desarrollarlo, en realmente estudiar y ver las formas en las que se puede llegar a crear diferentes tipos de obras, siempre dependiendo el objetivo que tenga la persona. El dibujo es el medio por el que podemos llegar a un bien personal, sea terapéutico, sea de expresión, sea de investigación y desarrollo, sea de trabajo también porque cada uno tiene una expectativa por la cual va al taller y busca perfeccionar ese dibujo”, destacó. Y subrayó que algo similar ocurre con la pintura. “Cuando hago referencia a un deporte quiero decir que para ser un buen deportista hay que tener disciplina, hay que desarrollar diferentes técnicas, hay que mejorarlas para lograr un objetivo. Y todo eso nace justamente del compromiso que se tiene con el trabajo”, definió Artaza. Así, apuntó que hay dos formas de dibujar: una más pasiva y otra más activa. “Yo creo que la pasiva es muy importante y con ella quiere abarcar cuando estoy observando, pensando y ordenando la metodología de cómo voy a llevar a cabo ese dibujo. Luego está el accionar”, describió. Por último, se refirió a que las horas pasadas entre el dibujo y la pintura no son siempre mensurables bajo un prisma de productividad convencional. “Hay veces que me paso dibujando y pintando más de cuatro o cinco horas. Es un momento en que el tiempo en sí no existe; por ahí paro a comer algo y después sigo. Las pausas son importantes, el tener un orden y tener una disciplina para descansar”, dijo. Según Artaza cada obra tiene un tiempo y hay que respetarle ese tiempo, aunque todo quede al arbitrio no solo de la voluntad, sino de la técnica empleada para mejor recrear la referencia que se ha impuesto y lo que se desea lograr a partir de ella. Para obtener más información sobre el taller se puede contactar a (387) 5129706 o escribir a josueartaza @gmail.com. Sugieren hacerlo con antelación para cumplir con la lista de materiales pedida.