El presidente Alberto Fernández volvió a mandar ayer un mensaje de unidad a su vicepresidenta, Cristina Kirchner, en el marco de la feroz interna que sacude al Frente de Todos, al pedir un aplauso para ella durante un acto en Entre Ríos, y sostener que "es hora de terminar con las divisiones".
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El presidente Alberto Fernández volvió a mandar ayer un mensaje de unidad a su vicepresidenta, Cristina Kirchner, en el marco de la feroz interna que sacude al Frente de Todos, al pedir un aplauso para ella durante un acto en Entre Ríos, y sostener que "es hora de terminar con las divisiones".
Fernández participó de la inauguración del edificio de la Escuela Técnica N§ 100 "Puerto Nuevo", en Paraná, donde resaltó la labor de la exmandataria en el impulso de la obra, y pidió un aplauso para ella.
"Esta escuela empezó a construirse por la decisión de Cristina, que es la misma que la mía, de darle impulso a la educación. Tal vez hoy no podría estar disfrutando de esta inauguración, así que también un aplauso para ella", afirmó el Presidente en un claro intento de acercar posturas que hoy parecen totalmente distantes.
No fue la única vez que el Presidente nombró a su vice durante el discurso en Entre Ríos, donde también se encargó de enunciar que el Gobierno continuará tal cual está, a pesar de los temores de funcionarios propios sobre el futuro de la coalición.
"Nosotros, como fue Néstor (Kirchner), Cristina y yo, estamos decididos en que no hay mejor inversión que la que se pone en materia de mayor conocimiento", aseguró el jefe de Estado.
"Así lo hicimos con Blanquita (Osuna), con Cristina y conmigo, y lo vamos a seguir haciendo con Blanquita, con Cristina y conmigo", continuó, destacando la tarea de la actual diputada Blanca Osuna.
Tras sus últimas declaraciones radiales en las que expresó la importancia de la unidad dentro de la coalición de Gobierno, pero también que "no lo acompañaron" como esperaba, desde el entorno de la vicepresidenta aún no hubo respuesta alguna al pedido de la unidad.
A pesar del silencio, el mandatario insistió en que "es hora de terminar con las divisiones y las peleas".
"Ya discutimos mucho y nos diferenciamos mucho, tanta pelea no le hace más fácil la vida a la gente", diagnosticó Fernández, y ponderó: "Es la hora de que después de tanto dolor, tanto pesar y tantas pérdidas, teniendo que enfrentar los efectos de la guerra, estemos más unidos que nunca".
Un vínculo roto
Hasta ayer el Presidente y Cristina Kirchner no habían vuelto a hablar, a pesar de los intentos desesperados de dirigentes del oficialismo de forzar una reunión: el último encuentro entre ambos fue protocolar, por la inauguración de las sesiones del Congreso, el martes 1 de marzo.
Después de ese día, el Gobierno envió el acuerdo con el Fondo Monetario al Parlamento, el núcleo duro del kirchnerismo rechazó el proyecto en ambas cámaras con el voto en contra, y los ventanales del despacho de la expresidenta fueron rotos a piedrazos, un ataque que terminó de quebrar por completo la relación entre Alberto Fernández y su vice, que ni siquiera atendió el teléfono cuando el jefe de Estado intentó solidarizarse.
El martes último Alberto Fernández reconoció la división que golpea al corazón de la coalición gobernante en una entrevista radial. "No todos pensamos igual. Lo que creo que no podemos hacer es darnos el lujo, por la causa que sea, narcisismos, egoísmo, política, de desunirnos", insistió Fernández en un gesto previo al de ayer, dirigido al kirchnerismo.
Avance sobre el Consejo de la Magistratura
Más allá de las internas, el Frente de Todos logró ayer avanzar unido con la reforma del Consejo de la Magistratura, a poco más de tres semanas de que venza el plazo para cambiar la composición del cuerpo que puso la Corte Suprema.
El oficialismo en el Senado consiguió las firmas necesarias para dejar listo para el recinto el proyecto que presentó el presidente Alberto Fernández para modificar el Consejo de la Magistratura.
Fue en el marco de un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia y Asuntos Penales, encabezadas por los oficialistas Guillermo Snopek y Oscar Parrilli, respectivamente, a donde fueron invitados seis especialistas.
Durante el encuentro, Juntos por el Cambio firmó su dictamen y hubo un tercero del rionegrino Alberto Weretilneck.
La idea del oficialismo es que el tema llegue al recinto el próximo 31 de marzo.