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Casi no hay teléfonos celulares en los comercios de Salta y los precios asustan

Ahora todos compran por internet, por lo que los comercios dejaron de traer mercadería. Los valores se dispararon y calculan que pueden seguir subiendo más, lo que hace imposible reponer mercadería. 
Sabado, 26 de marzo de 2022 21:27

No hay casi teléfonos móviles a la venta en Salta. Si cualquier hijo de vecino quiere comprar un celular en un comercio de la ciudad debe saber que no hay stock, que las vidrieras solo exhiben maquetas como si fueran “carcazas vacías”.
“No hay celulares en Salta. No tenemos para vender nada”, confirmó una vendedora de un comercio de peatonal La Florida.
Y en las grandes cadenas de electrodomésticos el stock es pequeño. Se trae lo mínimo porque se vende muy poco. En el precio está una de las claves.

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No hay casi teléfonos móviles a la venta en Salta. Si cualquier hijo de vecino quiere comprar un celular en un comercio de la ciudad debe saber que no hay stock, que las vidrieras solo exhiben maquetas como si fueran “carcazas vacías”.
“No hay celulares en Salta. No tenemos para vender nada”, confirmó una vendedora de un comercio de peatonal La Florida.
Y en las grandes cadenas de electrodomésticos el stock es pequeño. Se trae lo mínimo porque se vende muy poco. En el precio está una de las claves.

La devaluación real del peso sobre el dólar estadounidense hizo que los precios en moneda local sean inaccesibles.
Hay celulares que superan los 200 mil pesos, es decir unos mil dólares del mercado real. Esos aparatos si bien son de alta gama, no son los más nuevos. Con ese monto de dólares, quien tiene la posibilidad de viajar a cualquier parte del mundo se compra la última versión de los i Phone.

Pero la gran mayoría de los salteños vivimos realidades extremadamente diferentes a quien puede disponer de dólares para viajar a Europa o Estados Unidos.
Los precios de los aparatos son prohibitivos e inaccesibles para los bolsillos del salario medio. Es por eso que tampoco se venden en las típicas tiendas del centro.

Un vendedor nos brindó la clave: “Se venden por internet”, dijo el sabio gurú de los negocios.

Explicó que durante la pandemia fue la única forma de comprar y de vender. En las grandes tiendas on line se encuentran mejores precios y una amplia variedad de formas de pago. 
Entonces, para comprar por internet hay stock y uno puede elegir tranquilo el modelo que le conviene a su bolsillo. 
Lo único es que están demorando unos días las entregas porque las casas matrices juntan pedidos y realizan un solo viaje. Entonces una compra puede demorar hasta 15 días. Ese es el único punto malo para quien necesita de manera urgente un teléfono que lo usa como herramienta de trabajo. El apurado cae en el mercado negro.

El argumento de la restricciones por pandemia es bueno porque por internet son más bajos los precios del mismo modelo que ofrecen en cualquier vidriera salteña.
Los comerciantes entonces no quieren apostar a vender porque la otra posverdad es que los precios seguirán subiendo, lo cual hace imposible la reposición de la mercadería.
Los que ya se fueron reconvirtiendo fueron los comercios que ahora venden repuestos, accesorios y cualquier otra cosa. Muchos ofrecen hasta electrodomésticos en sus vidrieras. El boom es la venta de algunos artículos para los juegos electrónicos.

“Solo tenemos dos modelos para vender”, dijo una comerciante de la zona de Mendoza e Ituzaingó. Esas calles de la ciudad fueron hasta marzo de 2020 el centro neurálgico de la compra-venta de celulares por muchos años. Ahora muchos de esos comercios se reconvirtieron a cualquier rubro.
“Tenemos un modelo accesible, de una marca de fotografía, que cuesta 15 mil pesos. Luego tenemos otro muy bueno, de una marca nueva que se está imponiendo, que cuesta 73 mil pesos. Ambos se pueden pagar hasta en 3 cuotas sin intereses.

Hay hasta 12 cuotas, pero ya con intereses. Luego no tenemos más opciones. Tampoco traemos más porque no se venden por los altos precios”, dijo la vendedora.
Ahora bien, el resto de los comerciantes que antes vivía de la venta de celulares, como por ejemplo en el mercado San Miguel, viven de la venta de accesorios, repuestos y otras cosas que comenzaron a anexar en sus locales. Muchos se dedicaron a aprender a reparar los aparatos y estos se van actualizando así. “Desde hace dos años el que quiere un teléfono de alta gama tiene que tener todos los pesos encima y acudir al mercado negro. El resto de los comerciantes vivimos de reparaciones y venta de chucherías. Ya no podemos vender más celulares y esperamos que alguna vez este mercado se vuelva a reactivar”, dijo un vendedor del San Miguel.     
 

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