El próximo 18 de mayo 600 mil censistas visitarán los hogares de todos los argentinos para reunir información estadística vinculada a los distintos aspectos de la vida cotidiana en el país.
Ayer, el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) Marco Lavagna, visitó la instalaciones de El Tribuno, donde se refirió a las expectativas que este nuevo muestreo de la realidad argentina puede exponer, luego de 12 años del último y con una pandemia en medio que impidió realizarlo en 2020.
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El próximo 18 de mayo 600 mil censistas visitarán los hogares de todos los argentinos para reunir información estadística vinculada a los distintos aspectos de la vida cotidiana en el país.
Ayer, el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) Marco Lavagna, visitó la instalaciones de El Tribuno, donde se refirió a las expectativas que este nuevo muestreo de la realidad argentina puede exponer, luego de 12 años del último y con una pandemia en medio que impidió realizarlo en 2020.
¿A un mes y medio del censo, cómo se preparan para esa jornada?
En realidad ya empezamos con la parte digital, el 16 de marzo, que es una de las grandes novedades este censo, que es bimodal. De esta manera, el 18 de mayo tendrá el típico operativo de campo de todos los censos, cuando pasa el censista por las casas, y el del 16 de marzo, que ya empezó y da la posibilidad de que la gente pueda entrar a censo.gob.ar y autocomplete el censo. Luego, el día 18 cuando pase el censista, entrega el código y el censista pasa a la vivienda siguiente. Es un método mucho más ágil y rápido que mucha gente puede preferir por seguridad; o pueden preferir el contacto mano a mano con el censista. Lo que buscamos es darle alternativas a la gente para que pueda participar.
¿Qué expectativas tienen con este censo que llega después de una pandemia que incluso demoró dos años la realización del mismo por el aislamiento?
Creo que todos los censos son diferentes. Hay grandes hitos como cuando se empezaron a escanear los censos. El censo pasado también incorporó tecnología y creo que este también será un censo bisagra porque quizás sea de los últimos censos que tengamos de la forma tradicional. En el mundo, los censos van evolucionando a temas más digitales. Creo que este censo puede ser una transición para que el del 2030 sea un censo mucho más corto. No es que se eliminará el operativo de campo, porque es el único que te asegura llegar al último rincón del país.
La tecnología te permite un seguimiento más permanente que los haga más rápidos y cortos a lo largo del tiempo. Puede ser este un censo que incorpore prácticas tecnológicas innovadoras que hay en otras partes del mundo.
¿El censo digital permite un seguimiento previo para ver cuánta gente lo ha ido realizando?
Sí, tenemos en el teléfono una aplicación que nos da un panel de control que nos va diciendo cuántas viviendas y cuánta gente por provincia lo fue realizando, incluso los horarios en los que entran. Nos permite un monitoreo permanente. A su vez, se va haciendo un chequeo de validaciones de información. Por ejemplo, nos sirve para asegurarnos de que la persona que entre conteste por sí mismo, por la vivienda y por todos los miembros que están en la vivienda. Entonces, en el panel de control podemos ver si se están haciendo correctamente los cuestionarios.
Esas validaciones nos permiten ir monitoreando permanentemente la calidad de los datos que se van cargando. Después, el análisis final, lo hacés cuando tenés todo.
Lo mismo pasa con el operativo de campo, donde todos los censistas van a salir con una aplicación en el celular que nos permite ir viendo de forma online en tiempo real como viene cada censista recorriendo las viviendas y en cada una cuántas personas pudo censar. Eso nos va a permitir que si pasa algo tener una alerta temprana, poder mandarle mensaje al censista sobre situaciones particulares o reforzar alguna zona. Eso nos va a mejorar mucho la calidad de los datos.
¿Y cómo está Salta en este sentido?
Salta tiene en estos momentos unas 9.100 viviendas que ya han contestado, pensemos que Salta tiene todavía un porcentaje bajo. Nos está pasando que en el norte del país suele arrancar más lento el completamiento y después se acelera mucho. Nosotros tratamos de explicar también que no dejen para último momento porque puede haber mucha gente entrando a hacer lo mismo y se puede llegar a poner lento el sistema, que esperemos que no, pero es una posibilidad si se sobrecarga. Por eso sugerimos que entren con tiempo, tienen dos meses, no es necesario completar todo el censo en el momento pueden entrar, hacer una parte y luego pueden seguir haciéndolo.
En Salta tenemos entre urbanas y rurales unas 400 mil viviendas a recorrer, en las que vamos a necesitar una estructura censal de 16 mil personas para asegurarnos llegar a todos lados.
Hoy el censo digital se ha realizado en el 2,5% de las viviendas de la provincia. Estamos lentos, pero nos pasó algo parecido en el censo económico, que también fue digital, que empezó lento y hacia el final remontó mucho.
¿Y a nivel nacional?
A nivel nacional ya hay dos millones y medio de personas que ya han completado el censo digital, lo que representa un poco más del millón de viviendas en todo el país, lo cual es bueno. Hay que seguir dando difusión y explicando que es optativo el método: el que prefiera esperar al censista en su casa, va a pasar el 18 de mayo y el que quiera hacerlo digital va a poder hacerlo. La clave para nosotros es dar herramientas para participar ejerciendo el derecho a ser reconocido y el deber cívico a responder los censos.
¿Cuánto demora el que hizo el censo digital y luego presenta el código para validar sus datos, y cuánto una persona que lo hace completo de forma presencial?
Va a depender mucho de cuantas personas habitan en la vivienda, porque hay que recordar que se responde sobre todo el grupo familiar. Podés tardar, en una vivienda de cuatro miembros, dos adultos y dos niños, unos 15 minutos el censo digital y 20 el presencial. Aquellos que completan el digital tardan 40 segundos en darle el código al censista el 18 de mayo. Tiene la ventaja de que como se puede ir entrando a completar por partes, cada uno de la casa puede ir completando lo suyo, los pequeños con ayuda de los padres. Está bueno para hacerlo en familia.
¿Les pasa que la gente prefiere el censo presencial?
Puede que esté pasando un poco. Hay diferencias que tienen que ver con la idiosincrasia de cada provincia por un lado pero más que nada con una cuestión generacional. Por ejemplo, hay gente de Capital Federal que es adulta y prefiere el censo presencial. O gente que tiene miedo de poner sus datos en una página. Por eso, insistimos en que hay opciones. Cada uno elige la que más se acomoda a su preferencia.
Hay quienes prefieren esperar al censista, recibirlo en su casa, también agradecemos que los traten bien porque tienen una tarea ardua. Además, hay que decir que haciendo el censo digital también podemos ayudar al censista a terminar antes y vale decir que la calidad de los datos van a ser mejores porque una cosa son los cinco primero cuestionarios a los últimos cinco. El censista es una persona que se cansa y cuando esto pasa pueden aparecer algunos errores.
Hablando de opciones, el censo es obligatorio...
Es parte de nuestros deberes cívicos, como ir a votar, pero no es que te viene la multa si no lo hacés...
Pero está contemplada...
Sí, pero normalmente no ocurre porque no creemos que ese sea el mecanismo para convencer a la gente de por qué debe contestar el censo. Consideramos que explicar para qué sirve refuerza el romanticismo que, si se quiere, tiene todavía el censo, donde es de las pocas cosas que no tienen tanta discusión, y es el contacto de la gente con el Estado, no con el Gobierno.
Nosotros vamos a hacer el operativo completo recorriendo las más de 17 millones de viviendas que hay en el país.
¿Qué aporta el censo a los datos del país?
En primer lugar algo que no es menor que es poder volver a conocerte o reconocernos, como marca el slogan, sobre quiénes somos. Te permite conocerte en términos culturales, en términos de nuestras diferencias étnicas, nuestras diferencias de accesos. Conocer quiénes somos en términos culturales de un país es muy importante. Eso los censos te lo permiten. Lo mismo que ver los flujos migratorios e inmigratorios o los movimientos que se dan en muchas provincias donde muchos chicos que se van a estudiar a otros lugares, y si se van y vuelven, o ya se quedan. Este estudio nos permite saber si hay un envejecimiento de las poblaciones en algunas zonas. También te permite conocer las necesidades insatisfechas en términos de calidad de vivienda: si hay problemas de hacinamiento, de materiales, si tenés acceso a los servicios públicos, si vivís en una zona que ha crecido mucho y la oferta educativa por ejemplo no ha acompañado ese crecimiento. Entonces esos datos te dan información para ver si hay que instalar una nueva escuela, la información del grado educativo en distintas poblaciones. Información también sobre temas no menores como embarazo adolescente. Toda esa información sale de los censos. El reconocimiento étnico, que es una de las novedades de cómo se pregunta, de reconocer pueblos originarios, afrodescendientes, incorpora novedades como la identidad de género que son demandas nuevas que va teniendo la sociedad. Es información muy estructural que te permite planificar los próximos diez años en términos de las políticas de Estado.
¿Cuáles son los mitos de los censos? Como perder algún beneficio social o que les cobren algo que antes no pagaban...
Todo los que sean estadísticas están protegidas bajo secreto estadístico y esto aplica al Indec o a la Dirección Provincial de Estadísticas de Salta o de cualquier provincia. Las estadísticas tienen secreto estadístico, esto significa que nosotros nunca podemos dar a conocer información particular de una persona, vivienda o empresa. Siempre lo que se hace es agrupar similitudes, empresas de un mismo sector, viviendas de una misma zona, características educacionales parecidas... Siempre damos información agrupada. Las bases de datos están resguardadas y hasta ahora nunca hubo problemas de filtraciones.
Ese miedo siempre está pero nosotros tenemos políticas muy estrictas de protección del secreto estadístico.
¿Qué medidas de seguridad se toman para que la gente reconozca al censista y qué medidas de seguridad sanitaria adoptarán?
En primer lugar, respecto del digital, es importante saber que hay un solo lugar donde se debe responder que es en censo.gob.ar. Nadie llama por teléfono ni se comunican por Whatsapp. No se piden datos por mail. No hay ningún lugar que no sea la web oficial para completar el censo.
En el caso del presencial, los censistas estarán identificados con la pechera, que tendrá el logo, un teléfono y un código QR. Además van a tener un tarjetón con su nombre y apellido y DNI, teléfono y QR donde la persona va a poder chequear la identidad del censista. Además el censista no necesariamente tiene que entrar a la vivienda y nosotros, por cuestiones sanitarias, sugerimos que no ingresen. Pero estamos sugiriendo que las personas censistas estén vacunadas con esquema completo de vacunación y van a contar con un kit con barbijo y alcohol en gel.
¿Les preocupa que el clima político y la polarización que desde hace años reina en la Argentina complique la realización del censo?
Sí. Pero nosotros tratamos de dejar en claro que nosotros actuamos como Indec. El censo es apolítico, no tiene ideologías. Es absolutamente de todas las personas que habiten el suelo argentino sin importar si son nacidos acá o extranjeros, si son de izquierda, de derecha, de centro. El censo es de todas las personas.
Nosotros, desde el Indec, intentamos que el censo no se tiña de problemas políticos. Afortunadamente en general no tenemos grandes problemas hoy de que la política se mezcle porque hay una conciencia de que todos los espacios políticos necesitan datos robustos y esos datos robustos los da el censo.