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Una fiesta en blanco y negro

Unas 17.000 personas le dieron un gran marco al estadio Martearena.
Domingo, 15 de mayo de 2022 23:10

El clásico tuvo todos los condimentos, se volvían a ver las caras luego de 8 años y el que festejó ahora fue el pueblo azabache que le puso color y calor a la tarde gris en el Martearena, donde unas 17.000 personas dijeron presente teniendo en cuenta que solamente se jugó con hinchas del cuervo.
Nadie se quiso quedar afuera del superclásico salteño y eso quedó demostrado en las boleterías. Hubo gente del interior de la provincia, e incluso hasta la Filial de Buenos Aires que llegó en avión para poder acompañar al equipo de Ezequiel Medrán. 
Los cuatro rincones del estadio tuvieron su colorido, el recibimiento del equipo a toda orquesta y con fuegos artificiales. La primer explosión de la tarde fue el grito de gol tras el tanto convertido por Pablo Calderón, y el segundo, una vez que el árbitro Pablo Núñez decretó el final del partido.
El único saldo negativo de la tarde fue el disturbio que se generó en la popular norte entre algunos hinchas de Central. No conformes, los hinchas tiraron cohetes al campo de juego en la previa del segundo tiempo. Esto provocó una silbatina de parte del resto del estadio. Además de dejar al descubierto una vez más el mal accionar policial que le quita globos a niños, pero no puede confiscar elementos prohibidos como la pirotecnia.
El operativo de seguridad fue supervisado por el secretario de Seguridad, Benjamín Cruz, y el jefe de Policía, Miguel Ceballos. Se demoró a 32 personas en los accesos al estadio por infracciones y delitos.
Otras de las perlitas en la tarde fue la ovación para el ciclista Daniel Díaz, hincha confeso de Central Norte y ganador de la última Clásica 1º de Mayo, y también para Cristian “Coco” Guaymás, quien representó al cuervo justamente en la carrera más importante de la provincia.
El pueblo azabache, ese tan sufrido y pasional, volvió a demostrar que es uno de los equipos más convocantes del norte del país. Caravanas de autos, camionetas y camiones invadieron la zona sur de la ciudad y, más allá de los inconvenientes que hubo en la popular norte, fue una verdadera fiesta la que vivieron los hinchas de Central Norte.
El reencuentro entre la gente y el primer equipo de Central Norte será dentro de dos semanas cuando el cuervo, luego de visitar a Boca Unidos, reciba en el Martearena a Juventud Unida de Gualeguaychú, con la misma obligación de seguir acompañando en gran número como lo viene haciendo fecha tras fecha.
 

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El clásico tuvo todos los condimentos, se volvían a ver las caras luego de 8 años y el que festejó ahora fue el pueblo azabache que le puso color y calor a la tarde gris en el Martearena, donde unas 17.000 personas dijeron presente teniendo en cuenta que solamente se jugó con hinchas del cuervo.
Nadie se quiso quedar afuera del superclásico salteño y eso quedó demostrado en las boleterías. Hubo gente del interior de la provincia, e incluso hasta la Filial de Buenos Aires que llegó en avión para poder acompañar al equipo de Ezequiel Medrán. 
Los cuatro rincones del estadio tuvieron su colorido, el recibimiento del equipo a toda orquesta y con fuegos artificiales. La primer explosión de la tarde fue el grito de gol tras el tanto convertido por Pablo Calderón, y el segundo, una vez que el árbitro Pablo Núñez decretó el final del partido.
El único saldo negativo de la tarde fue el disturbio que se generó en la popular norte entre algunos hinchas de Central. No conformes, los hinchas tiraron cohetes al campo de juego en la previa del segundo tiempo. Esto provocó una silbatina de parte del resto del estadio. Además de dejar al descubierto una vez más el mal accionar policial que le quita globos a niños, pero no puede confiscar elementos prohibidos como la pirotecnia.
El operativo de seguridad fue supervisado por el secretario de Seguridad, Benjamín Cruz, y el jefe de Policía, Miguel Ceballos. Se demoró a 32 personas en los accesos al estadio por infracciones y delitos.
Otras de las perlitas en la tarde fue la ovación para el ciclista Daniel Díaz, hincha confeso de Central Norte y ganador de la última Clásica 1º de Mayo, y también para Cristian “Coco” Guaymás, quien representó al cuervo justamente en la carrera más importante de la provincia.
El pueblo azabache, ese tan sufrido y pasional, volvió a demostrar que es uno de los equipos más convocantes del norte del país. Caravanas de autos, camionetas y camiones invadieron la zona sur de la ciudad y, más allá de los inconvenientes que hubo en la popular norte, fue una verdadera fiesta la que vivieron los hinchas de Central Norte.
El reencuentro entre la gente y el primer equipo de Central Norte será dentro de dos semanas cuando el cuervo, luego de visitar a Boca Unidos, reciba en el Martearena a Juventud Unida de Gualeguaychú, con la misma obligación de seguir acompañando en gran número como lo viene haciendo fecha tras fecha.
 

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