¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

11°
20 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Color y alma de la bandera

Lunes, 27 de marzo de 2023 02:25

Manuel Belgrano fue un ejemplo de amor a la patria. Se formó para ser útil a su gente. Puso todos sus sentidos para engrandecer la historia del país. Sufrió las internas políticas de su tiempo, pero siempre perseverante jugó a favor del futuro. En Salamanca se graduó en leyes y se destacó entre los estudiantes de ese templo del saber. El Papa Pío VI lo autorizó a leer libros prohibidos, escritos por condenados y herejes. Ocupó distintas funciones públicas con la causa de ese país emergente. Sin ser militar luchó por la independencia de su pueblo, triunfando en Tucumán y Salta. Tuvo que imponerse a la mezquindad de su tiempo, hasta que consiguió que el director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, en el Congreso de Tucumán, la declarase bandera oficial. Tuvo que pasar más de un siglo de olvido e indiferencia, para instalar en la memoria popular el Día de la Bandera, en 1938, por un decreto del presidente Roberto Marcelino Ortiz, que instituía el 20 de junio como el Día de la Bandera. La fecha elegida 20 de junio rememora el fallecimiento del general en el año 1820, a los 50 años, en extrema pobreza y ante la indiferencia de la dirigencia, que ese día tuvo tres gobernadores en la provincia de Buenos Aires. Como muestra de su falta de recursos, le pagó a su médico de cabecera, el doctor británico Joseph Redhead, con un reloj de oro, su único bien. Un hermano de Belgrano tomó un mármol de una mesita de luz de su casa, para construir la placa en su homenaje. Dio todo por la patria y en el tiempo surge como un claro ejemplo de dirigente con austeridad y de amor a la patria.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Manuel Belgrano fue un ejemplo de amor a la patria. Se formó para ser útil a su gente. Puso todos sus sentidos para engrandecer la historia del país. Sufrió las internas políticas de su tiempo, pero siempre perseverante jugó a favor del futuro. En Salamanca se graduó en leyes y se destacó entre los estudiantes de ese templo del saber. El Papa Pío VI lo autorizó a leer libros prohibidos, escritos por condenados y herejes. Ocupó distintas funciones públicas con la causa de ese país emergente. Sin ser militar luchó por la independencia de su pueblo, triunfando en Tucumán y Salta. Tuvo que imponerse a la mezquindad de su tiempo, hasta que consiguió que el director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, en el Congreso de Tucumán, la declarase bandera oficial. Tuvo que pasar más de un siglo de olvido e indiferencia, para instalar en la memoria popular el Día de la Bandera, en 1938, por un decreto del presidente Roberto Marcelino Ortiz, que instituía el 20 de junio como el Día de la Bandera. La fecha elegida 20 de junio rememora el fallecimiento del general en el año 1820, a los 50 años, en extrema pobreza y ante la indiferencia de la dirigencia, que ese día tuvo tres gobernadores en la provincia de Buenos Aires. Como muestra de su falta de recursos, le pagó a su médico de cabecera, el doctor británico Joseph Redhead, con un reloj de oro, su único bien. Un hermano de Belgrano tomó un mármol de una mesita de luz de su casa, para construir la placa en su homenaje. Dio todo por la patria y en el tiempo surge como un claro ejemplo de dirigente con austeridad y de amor a la patria.

El cancionero que homenajea a la enseña patria, con canciones sin referencia al color como "Canción de la Bandera", conocida como "Aurora", con letra y música de Héctor Panizza; "Mi bandera", llamada también "Himno a la bandera", compuesta por Juan Imbroisi, con letra de Juan Chassaing, en tramos de su letra dice: "Aquí está la bandera idolatrada, la enseña que Belgrano nos legó …"; la canción "Mi bandera es la más linda", por Los Visconti; la "Zamba para Belgrano", letra y música de Mónica Tirabasso; el tema "Sube, Sube, Sube", por Mercedes Sosa; "La azulada bandera del Plata", de Blas Parera, entre otras.

Canciones a la bandera, que expresan el color azul: "Salve Argentina" o "Saludo a la Bandera", que dice en uno de sus versos "Salve Argentina, bandera azul y blanca", cuyo autor es Leopoldo Correjtier; y los temas "Saludo a la Bandera"; "Bandera de mi nación"; "La Bandera"; "A mi Bandera"; "Bandera mía".

Las canciones con el color celeste: "Laray, la Bandera", de Sebastián Monk; "Que florezca mi Bandera", de Mónica Tirabasso; "Oración a la Bandera", de Joaquín V. González; "De colores celestes" de Nahuel Morfeo; "Lo que llevan mis manos" de José Labandeira; "Orgulloso Paraná", Gabriela Capdeboscq; "Amo mi bandera en el cielo" de Mónica Petrillo; "Celeste y blanca", de Fernando de Luca; "Para todos nuestra bandera", de Carolina Cira Buratti; "Con el sol en el corazón", de Javier D'Angelo; "Bandera de mi corazón" y "De blanco y celeste pinto".

Demuestra que cada autor puso sus sentires, los colores que guardaba en su memoria, en su imaginación, con respeto. Es menester, unificar criterios y visiones, pensando en los niños, como una clase magistral. Algunos se inclinan por la azul y otros por la celeste y blanca. Hay que precisar el color, para que sea un verdadero homenaje.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD