El próximo sábado, Horacio Rodríguez Larreta oficializará el nombre de quien lo acompañará como precandidato a vicepresidente en las PASO de agosto. Ayer, en una entrevista exclusiva con El Tribuno, evitó dar nombres. No obstante, entre otras cosas, dijo que busca diversidad regional. Sobre la política local, en tanto, destacó a la dirigente del PRO, Inés Liendo.
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El próximo sábado, Horacio Rodríguez Larreta oficializará el nombre de quien lo acompañará como precandidato a vicepresidente en las PASO de agosto. Ayer, en una entrevista exclusiva con El Tribuno, evitó dar nombres. No obstante, entre otras cosas, dijo que busca diversidad regional. Sobre la política local, en tanto, destacó a la dirigente del PRO, Inés Liendo.
En su visita a Salta, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires participó de la Guardia Bajo las Estrellas y del desfile de ayer en honor al general Martín Miguel de Güemes. Resaltó los valores del héroe. "Me quedó la sensación de Patria y de argentinidad", enfatizó.
Estamos en una semana muy política. ¿Ya tiene definido quién lo acompañará como precandidato a vice?
No. Tenemos una semana más para definirlo. Sí tengo en claro lo que quiero, que quien me acompañe comparta esta vocación, esta pasión que tengo por hacer, por transformar. Quiero alguien que tenga esa actitud. Eso para mí es muy importante, pero también valoro la diversidad. Diversidad de algún tipo, por ejemplo de género, geográfica. Yo soy economista, voy a ser el primer presidente argentino economista, podría ser alguien de otra especialidad del Estado o diferente historia política
Pero hay algunos nombres que están sonando un poquito más fuerte, como Gerardo Morales
Sé que suenan. Gerardo Morales hoy es candidato a presidente, igual que Facundo Manes del radicalismo. En otros partidos está Lilita Carrió, está Miguel Pichetto. Yo hoy respeto la vocación de Morales de ser candidato a presidente.
Si bien es saludable una interna, ¿no resta que haya tantos candidatos?
No, yo creo que es saludable una interna. Yo creo que lo mejor es que la gente elija. Porque si no cuál es la alternativa... que unos políticos se encierren en un cuarto y con el dedo digan vos sí, vos no; vos primero, vos segundo.
¿Fue muy feroz la interna con Mauricio Macri?
No, yo con Mauricio Macri trabajo desde hace 23 años y tenemos una relación de amistad, obviamente, de afecto, de mucho respeto. Después en algún tema podamos tener alguna diferencia, es válido, pero no está la feroz interna.
Pero en los medios se titulaba así, una feroz interna...
Yo sé que se titula así. Es la primera vez desde la vuelta a la democracia que con el peronismo, que ahora es kirchnerismo en el gobierno, hemos mantenido la oposición unida. Eso es lo más importante. Y para cambiar este país, para ganarle al kirchnerismo, vamos a estar unidos. Para derrotar la inflación, que es lo que realmente le preocupa, vamos a estar unidos. Para derrotar la inseguridad, que también es un flagelo en algunas zonas más que en otras en el país, vamos a estar unidos. Vamos a estar unidos para que la gente viva mejor, para que haya trabajo, para que haya una buena reforma educativa.
El escenario de internas en Juntos por el Cambio y en el oficialismo, según se puede interpretar, favorece a Milei, que está solo. ¿Cómo analiza usted eso?
Mirá, yo confío en nuestra propuesta, en el cambio. La Argentina necesita un cambio profundo, un cambio para generar trabajo, un cambio para los salteños, para que Salta pueda explotar con todo su potencial, un cambio para los jubilados que cobran la mínima. Hoy tienen una jubilación de hambre. Los jubilados de la mínima si tienen que pagar un alquiler o tienen algún hijo al que tienen que ayudar, no lo pueden hacer.
La gente también está pidiendo un orden. Aquí en Salta, por ejemplo, los cortes de ruta son frecuentes, no se respeta la ley, la justicia federal no actúa. ¿Cuál va a ser su política más allá de que cada poder tiene su competencia con respecto a impulsar el orden?
Orden. La Argentina necesita orden. En el tema de los cortes, el orden lo vamos a dar el primer día sacándoles a los intermediarios, a los Grabóis, a las organizaciones sociales, el poder de dar el plan. Con ese poder, al que le dan el plan lo obligan a ir a hacer el corte y eso no puede ser. Vos le sacás ese poder y se acabó la presión a la gente para que vaya a los cortes. Cada tanto habrá una manifestación como en todos los países del mundo, pero no todo el tiempo como acá. Se les acaba el poder de llevar a la gente a los cortes. Eso lo vamos a hacer el primer día, 10 de diciembre.
Hay cambios urgentes que necesita la Argentina después del 10 de diciembre y hay cambios moderados. ¿Cuáles serán los urgentes?
Muchos. Si yo te dijera que hay una prioridad, no soluciona nada en la Argentina. Para poder poner a la Argentina en marcha hay que promover mucho más las exportaciones, hay que aumentar la producción. El mundo necesita nuestros alimentos. Ahora para eso, por ejemplo, debemos tener diplomáticos en las embajadas que estén peleando con la valijita del vendedor ofreciendo nuestros productos.
Hay que hacer acuerdos comerciales, hay que mejorar toda la logística de distribución. Hoy llevar productos desde Salta hasta los puertos es muy caro. Hay que terminar con la industria del juicio laboral. Bueno podríamos seguir con las 500 medidas, no es una sola, no hay soluciones mágicas.
¿Y cómo se ordena el Estado? Porque gran parte del problema que tenemos hoy en la economía es el déficit fiscal, la mala administración de los recursos...
Sí, sí, el déficit es insostenible. No podemos todos los años gastar más que lo que tenemos. No podemos, no da para más. Hay que bajar el gasto, primero.
¿Cómo se baja el gasto?
Se necesita gente con experiencia, con una lupa así de grande y un bisturí, empezar a bajar un peso de acá, otro de acá. Hay 20 ministerios ¿para qué querés 20 ministerios? Yo gobierno una ciudad de Buenos Aires con la mitad. Entonces, te sacás el ministro, los cargos de los secretarios, los subsecretarios, los asesores, el asesor del subsecretario, el chofer del chofer del chofer... todo eso genera gasto innecesario. Después tenés programas que están duplicados, que lo hace la Nación, pero hace lo mismo la provincia y a veces hasta tres veces, ya que lo hace el municipio. En la ciudad de Buenos Aires tenemos equilibrio fiscal desde hace varios años y este año llegamos al superávit. ¿Sabes lo que hice? Bajé impuestos. Yo me había comprometido que al llegar al superávit, bajaba impuestos. Llegamos y cumplí.
El poder adquisitivo de la clase media está vapuleado. ¿Qué mensaje recibe?
Para recuperar el valor del salario hay que bajar la inflación. Yo sé que es difícil, yo no vengo a promover magia, pero otros países lo hicieron. Yo estudio, me fui a Israel, no es que me contaron o me compré un libro. Me fui a Israel a ver cómo había sido el caso de la estabilización en el año 85, liderada en ese momento por Shimon Peres. Estudié todos los casos de estabilización acá en la Argentina: el austral, la convertibilidad. Yo soy economista y eso claramente para estas cosas ayuda.
También es político. ¿Cuál fue su estrategia en el armado de su sector? Se lo vio con la intención de sumar gente.
Es que yo creo en eso. No es mi estrategia, es mi convicción. Es lo que yo estoy convencido que la Argentina necesita. Convicción. Para impulsar las reformas hay que hacer. Necesitamos un apoyo político muy fuerte. Para eso tenemos que sumar y sumar, con la presencia que hoy tenemos en el Congreso no alcanza. Todo lo que hablamos, que te fui diciendo que hay que hacer, requiere leyes y eso necesita un apoyo político fuerte, no solo para aprobar las leyes sino para que después se mantengan en el tiempo. No nos sirve esta historia de la Argentina que vas de un lado al otro, del péndulo, según cambia el gobierno. Pero es un péndulo que cae de ida y vuelta, estamos unos escalones más abajo. Tenemos que romper esa dinámica. Tenemos que lograr trazar un plan, un rumbo para la Argentina, que después se mantenga en el tiempo, venga quien venga. Por eso es tan importante que ese rumbo inicialmente tenga un apoyo político muy amplio y muy fuerte.
Bien, pero "en el venga quien venga", me parece que también hay un límite.
No, no, yo no dije eso. Yo no dije venga quien venga, por supuesto que hay un límite. Cuando dije venga quien venga me refiero los gobiernos que vienen después. Pero sí, para sumar ahora hay un límite.
¿El kirchnerismo?
Bien, claro, yo con el kirchnerismo no tengo nada que ver, no tengo nada que ver con gente que cree que vamos a bajar la inflación mandando patoteros de La Cámpora para controlar precios en los supermercados, no funciona. Cada mes tenemos más inflación con gente que cree que los únicos amigos en el mundo van a ser Venezuela, Cuba, Nicaragua. No va, así no va. Por eso con ellos no me pondría de acuerdo. Pero hay muchos otros dirigentes en la Argentina. Un buen ejemplo es Claudio Poggi, con quien ganamos el domingo pasado en San Luis. Después de 40 años le ganamos a la dinastía de los Rodríguez Saá. Poggi viene del peronismo, se sumó con nosotros, estamos trabajando juntos. Bueno, ahora hay que ganarle al kirchnerismo, por eso insisto tanto en que hay que sumar.
Según las encuestas, Patricia Bullrich y usted están liderando las encuestas en la interna de Juntos por el Cambio, ¿cómo se diferencia usted de ella? ¿Cuál es el mensaje que le da al electorado salteño y al resto del país?
Al electorado salteño y argentino les digo yo me vengo preparando hace muchos años para esto. Voy a ser el primer presidente argentino economista, soy economista de la Universidad de Buenos Aires que es un orgullo, tengo un posgrado después en Harvard que es una de las universidades más prestigiosas en el mundo, y desde ahí me vengo preparando. Con mi experiencia armando equipos, esto es fundamental, la capacidad de armar y liderar equipos de gente. Equipos de gente que tienen experiencia en el Estado, porque no hay tiempo para perder. El día uno, en que llegamos tenemos que impulsar el cambio. No hay tiempo para aprender, para ver cómo funcionan las cosas. Equipos preparados, eso es lo que yo lidero. Y segundo, porque el camino que yo planteo es el único posible. Tenemos que terminar con la confrontación, con la pelea, con el péndulo de un lado para el otro, con la agresión como manera de hacer política. Yo represento el hacer, la acción, los resultados concretos, las mejoras concretas para la vida de la gente. Acción y mucho trabajo. Tengo una energía infinita, trabajo como muchos argentinos, desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche. No aflojar un minuto, eso es lo que yo le ofrezco a los argentinos y la esperanza, la confianza de que vamos a sacar este país adelante.