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14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Salta y las regiones ante el modelo liberal - libertario

Jueves, 25 de enero de 2024 02:07

Al empezar esta nota, DNU y ley ómnibus parecían encaminados hacia alguna salida consensuada. La apuesta liberal, un tiro de taba forzoso para este solista, requiere sensatez cívico-política en el Congreso Nacional, prudentia iuris en estrados judiciales y cordura en las calles, a fin de preservar la res-publica, porque esto recién empieza.

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Al empezar esta nota, DNU y ley ómnibus parecían encaminados hacia alguna salida consensuada. La apuesta liberal, un tiro de taba forzoso para este solista, requiere sensatez cívico-política en el Congreso Nacional, prudentia iuris en estrados judiciales y cordura en las calles, a fin de preservar la res-publica, porque esto recién empieza.

Sin embargo, nuestro problema congénito sigue siendo cómo deshilvanar la descompensación funcional generada por el añejo esquema etnocéntrico-portuario, sin presencia estatal activa que promueva el equilibrio regional de una Argentina partida en tres. En las condiciones imperantes, la libertad de mercado a rajatablas difícilmente sea la receta adecuada para emparejar tantos desequilibrios, devanados torpemente durante más de un siglo de mezcolanza populista y ortodoxa.

La única verdad es la realidad: cinco distritos -Buenos Aires, CABA, Córdoba, Mendoza y Santa Fe- representan dos tercios de nuestra población total en un tercio del territorio, y sus diputados ocupan el 55% de bancas del Congreso Nacional; en materia de PBG nacional, empleo privado, empresas y depósitos privados, su participación supera el 75% de cada rubro.

Por eso, las ventajas comparativas de la escala económica criolla nos condenan a seguir mirando desde la tribuna. Este es tiempo apropiado para reordenar el hinterland de la "Argentina profunda", o sea la Región del Norte Grande Argentino.

Diseño provincial

El escenario descripto no puede interferir un plan de desarrollo provincial con perspectiva nacional, factible en tanto lo preceda una atenta lectura de los tiempos, definición de objetivos estratégicos y prioridades, financiación y plazos.

Por superficie (6ª nacional), población (7ª, Censo 2022) y recursos naturales, referencias que no validamos apropiadamente, hay margen suficiente para una geoestrategia con proyección hacia las seis provincias vecinas y tres países lindantes. Nuestros 155.488 km2 -casi todo Uruguay- marcan una diferencia y, a la vez, obligan a impulsar conexiones de todo tipo, pues sin ellas el tamaño es pura espuma. En varios aspectos, Salta está riesgosamente desarticulada. ¿Asumimos esto?

Nuestra "herradura" territorial abarca trópico y puna, valles y llanuras, cuencas hidrográficas, selvas y minerales, recursos determinantes para un proyecto provincial-regional que urge. Entenderlo así contribuirá a consolidar una geopolítica nacional todavía de trazos gruesos: la Argentina bicontinental, oceánica y con proyección iberoamericana en un mundo multipolar.

Ya contamos con un marco conceptual de mediano y largo plazos, cuya cabal puesta en marcha requiere atención y pericia: el Plan de Desarrollo Estratégico 2030, de seguimiento obligatorio por el Consejo Económico Social, a prueba de dogmatismos por haberlo gestado la sociedad civil.

Sus principales ejes de acción apuntan a modificar la estructura productiva provincial mediante agregado de valor en los parques industriales de la provincia, sobre todo General Güemes por su nodo logístico multimodal. De allí la conveniencia de que el CES mismo agende la regionalización socio-económica de la provincia, incluyendo la representación política, para desarmar un esquema de concentración que reprochamos al "Puerto" pero instalamos en casa.

Historia y región

Un derrotero similar es factible para el NOA y Norte Grande, cuya implementación requiere predisposición a una cultura política amplificadora de lo provincial (la Mesa del Litio lo comprueba). ¿Por qué insistimos con estas diferentes escalas de regionalización? Sencillo: no son muchas las opciones para las provincias y el gobierno LLA está en otra frecuencia de onda, puesto el foco en lo financiero-monetario antes que en el desarrollo según lo entendemos. "Lasciamo ogni speranza" (*) con el discurso de Milei en Davos.

En un ensayo sobre "Geografías regionales en la Argentina" (rescatado en https://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-127.htm), la geógrafa Silvina Quintero argumentaba que las geografías regionales han representado diferencias y asimetrías en la configuración socio - territorial del país, y la diversidad ambiental marcaba disparidades socio - económicas y poblacionales; de allí los conflictos irresueltos por despoblamiento, distancias y antagonismos insuperados. Señalaba que, en la práctica, se entendía que toda geografía regional implicaba una partición espacial; pero, tratándose de un país federal, la división regional se resolvió con unidades geográficas que no agrupaban provincias en un nivel intermedio del Estado nacional, sino como "espacios alternativos" a las divisiones provinciales. Abunda buena literatura al respecto.

Esa situación quedó saldada con la redacción del art. 124 de la Constitución Nacional: "Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines".

La historia es espacio - tiempo, enseñaba A. Methol Ferré: el análisis del espacio geográfico es decisivo para consolidar un diseño geoestratégico. En la fundación de las hoy capitales norteñas, su ubicación geográfica poseía un sentido regional determinante del proceso histórico-político posterior. Eso está claramente expuesto en la Historia del Noroeste Argentino, de Armando Bazán. Por ello es importante rescatar nuestra condición de provincias fundantes, en tanto reafirmación de identidades.

En suma, la posición mediterránea de la RNGA reclama hoy conexión continental en dos sentidos: 1- vertebración con el espacio suramericano, 2- enlace transversal atlántico-pacífico.

Sinergia interregional

Así como las regiones interiores salteñas deben acoplarse mejor, hay un camino de sinergia regional con proyección geopolítica. Es la piedra arrojada al estanque, cuyas ondas se van expandiendo hasta las orillas.

* Primera onda: un eje de desarrollo en el área enmarcada por los departamentos jujeños de Gral. Belgrano, Palpalá, El Carmen, San Pedro y San Antonio (con doce municipios) y los departamentos salteños Capital, La Caldera y Gral. Güemes (siete municipios), que expusimos ya en notas anteriores. Se trata de un cuadrilátero articulador de proyección regional subnacional, nacional e internacional. Esa concurrencia solo será posible con paciencia, esfuerzo y diálogo en distintos niveles y protagonistas de ambas provincias.

* Segunda onda. Nuestras provincias gemelas serán recorridas por el Corredor Bioceánico de Capricornio, que ayudará a integrar el espacio mayor de la Región del Norte Grande Argentino, también varias veces motivo de esta columna. Durante el gobierno anterior, los gobernadores se reunían en plenarios para reclamos de coyuntura antes que para definir cuestiones de fondo. Hay sí una práctica de diálogo periódico, lamentablemente interferido por las cuestiones comarcanas: el feudalismo político y la geoestrategia no compatibilizan.

Con similar visión rescatemos la Zicosur, hoy desencajada del centro oeste suramericano, su razón de ser distorsionada por cálculos políticos que revelan incomprensión del proceso. Para ampliar, véase "El rumbo incierto de la Zicosur" (28/08/2021).

El centro oeste suramericano está a su vez dentro de un "rombo" geográfico pensado por Alberto Buela en "El valor de Salta ante una nueva estrategia suramericana" (marzo 2012, disponible en https://www.alainet.org/es/active/53268). El autor explica esa figura geométrica con vértices en Caracas, Lima, Buenos Aires y Brasilia, destinada a equilibrar América del Sur en tanto se asocien la Comunidad Andina y el Mercosur. Dentro del rombo destaca un cuadrilátero con vértices en La Paz, Brasilia, San Pablo y Salta, esencial para la conexión de las cuencas hidrográficas platinas. Dentro de esa área, Salta, Santa Cruz de la Sierra y La Paz conforman un triángulo estratégico que garantice a Bolivia salida franca al Atlántico y a la vez contrapese la "siempre ambivalente geoestrategia brasileña".

Lo hasta acá dicho no son devaneos académicos de francotirador; muchos expertos han analizado criteriosamente la posición estratégica de Salta en la RNGA, en función de dos objetivos estratégicos de magnitud que requieren entendimientos con Bolivia (hoy miembro pleno del Mercosur) y Paraguay: el aprovechamiento integral del Bermejo y Pilcomayo y los corredores bioceánicos viales, camineros, ferroviarios y aéreos.

Las provincias argentinas del gran norte deben aguzar su ingenio y actuar rápido en un tiempo en que la globalización se está regionalizando. No perdamos el tiempo.

* "Abandonemos toda esperanza"

 

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