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20 de Octubre,  Salta, Centro, Argentina
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La primera agua mineral envasada de la Argentina surgió de Rosario de la Frontera

Desde su planta local se enviaban miles de botellas en tren a Buenos Aires, mucho antes de que marcas existieran. En 1918, la firma a cargo de la comercialización vendía medio millón de botellas al año.
Lunes, 20 de octubre de 2025 08:46
Antigua publicidad del Agua Palau

¿Sabías que la primera agua mineral embotellada y comercializada en la Argentina nació en Salta? Así es, el agua termal Palau, originaria de Rosario de la Frontera, no solo fue pionera en su tipo, sino que también se transformó en un verdadero patrimonio histórico salteño.

Los documentos que descansan en el Archivo Municipal de Rosario de la Frontera prueban que ya en 1905 la compañía que la producía pagaba impuestos por el envío de sus botellas a Buenos Aires a través del tren. O sea, hacía más de un siglo, el agua salteña ya viajaba por el país.

Pero la historia empieza incluso antes. Según relatan historiadores de la zona, ya en 1896 el antiguo balneario de Rosario -que luego daría origen al famoso Hotel Termas- ofrecía a los visitantes una copita del agua termal Palau al llegar. Y eso fue antes de que otras marcas, como las de Mendoza, también icónicas, naciera en 1903, aunque esta última no es de origen termal.

El éxito fue tremendo desde el prácticamente sus inicios.

Para 1918, se vendían medio millón de botellas por año en todo el país. Las publicidades de Palau llegaban a los barrios más elegantes de Buenos Aires, y hay fotos de la época que lo prueban. En una de ellas se ve un cartel gigante de la marca justo en el lugar donde, 18 años después, se levantaría el Obelisco. Nada mal para una marca nacida en el interior salteño.

Y no era la única agua que se comercializó desde el sur provincial. Otra embotellada en las termas durante las primeras décadas del siglo XX fue la Fuente Güemes, que se comercializaba en la capital porteña bajo la firma Phillips.

En 1919, Palau dio un paso más y construyó una moderna planta de envasado. Por esos años, la multinacional Tornquist instaló una pista de aterrizaje internacional en la misma zona, donde hoy está el dique de Rosario de la Frontera. Un verdadero foco de innovación para la época.

El escritor e investigador Carlos Jesús Maita, afirmó años atrás que Palau fue la “primera agua mineral hipertermal embotellada del país”. Según explicó, la primera concesionaria fue una empresa paraguaya, luego una de Chile. Desde 1972, el agua Palau se concesiona a terceros, cuando por ley se separó la explotación del recurso del Hotel Termas.

Las aguas termales: una historia aún más antigua

Todo comenzó mucho antes de Palau. En 1870, durante una exposición nacional en Córdoba sobre los recursos del interior del país, la Comisión Provincial de Salta encargó a Federico Stuart y Francisco Host dos estudios sobre la provincia. Ambos mencionaron las aguas termales de Rosario de la Frontera, aunque aclararon que todavía no habían sido analizadas.

Cinco años después, en 1875, Alejandro F. Cornejo envió muestras de estas aguas a la Comisión Provincial para la Exposición de Filadelfia, lo que marcó el primer reconocimiento formal de su valor.

Por eso, aunque muchos asocian el descubrimiento al Dr. Antonio Palau, lo cierto es que él no las descubrió, sino que supo valorarlas desde el punto de vista científico, medicinal y comercial. Con visión emprendedora, en 1878 comenzó a promover su uso, y dos años más tarde, aprovechando la llegada del ferrocarril, organizó la explotación del recurso termal.

En 1888, los resultados terapéuticos eran tan buenos que un artículo de los Anales del Círculo Médico Argentino en 1890 destacó los beneficios obtenidos por los pacientes que visitaban Rosario de la Frontera.

Una historia de agua, ciencia y emprendimiento que nació en Salta… y que hoy forma parte del orgullo histórico de todo el país.

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