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VIDEO. Tolar Grande: “Pichu estaba bajando las cosas de la camioneta y le apareció una cuadrilla de OVNIS”

Vecinos, empleados municipales y docentes aseguran haber visto una formación de luces extrañas sobre la zona cordillerana, en dirección al Llullaillaco. Algunos lo compararon con drones, otros hablan sin dudar de objetos voladores no identificados. El episodio reavivó viejas historias de avistamientos en esa región.
Viernes, 28 de noviembre de 2025 10:57
Ovnis en Tolar Grande

Apenas entrada la madrugada de hoy, un extraño suceso rompió la rutina en Tolar Grande. Fueron luces en el cielo  que, según varios vecinos, no se movían como aviones ni parpadeaban como satélites.

Eran cerca de la una de la mañana cuando “Pichu”, un hombre conocido en el pueblo, estaba terminando de bajar unas cosas de su camioneta, frente a la casa de unos docentes que viven allí desde hace tiempo. “Levantó la vista y se quedó duro. Y nos dijo: ‘Miren eso’, como quien ve pasar algo raro. Y ahí los vimos todos”, contó uno de los presentes.

Según relataron, se trataba de una formación de cinco luces en el cielo, tres de ellas de mayor tamaño, visibles en dirección al volcán Llullaillaco y hacia la zona cordillerana. A esa hora, también había trabajadores mineros despiertos, vecinos que no concilian el sueño fácil y algunos docentes que aprovechaban el fresco de la noche para salir un rato al patio. Todos coincidieron en que no se trató de algo habitual.

“Al principio pensamos que eran drones, porque tenían un movimiento raro. Se acomodaban en forma de cinco, después quedaban tres, desaparecían unos segundos y volvían a aparecer más allá. Pero siempre había uno que quedaba en el centro, como fijo”, relató un agente municipal que presenció el fenómeno una de las calles de Tolar.

 

La escena se extendió durante varios minutos. Y eso, para muchos, fue clave. Porque no fue un destello fugaz, ni una luz que cruzó rápido el cielo y se perdió en el horizonte. “Estuvieron ahí un buen rato, flotando. No hacían ruido. Nada”, contaron.

Tanto fue así que Pichu, decidido a registrar lo que estaba viendo, tuvo que bajar una aplicación especial en su celular para mejorar la captura nocturna. “Así nomás, con la cámara común, casi no se veía nada. Por eso descargó una app, y recién ahí pudo filmar algo más claro”, señaló el trabajador de la comuna local. Esa situación, dicen, demuestra que no fue algo instantáneo sino prolongado en el tiempo.

En los videos que comenzaron a circular entre conocidos y grupos de la zona se observan puntos luminosos que se mueven de forma irregular, con cambios de intensidad y de posición. Para algunos, podrían tratarse de drones de gran alcance, para otros luces de algún tipo de aparato que no pudieron identificar.

Si estaban a la distancia que calculamos, unos 50 kilómetros más o menos, eran enormes. Porque desde acá los objetos voladores se veían muy grandes y muy intensas”, estimaron los que estuvieron allí. La luminosidad, aseguran, no era comparable con la de un avión ni con las luces típicas que se ven a gran altura.

 

 

El episodio no tardó en revivir historias antiguas en el pueblo. No es la primera vez que en Tolar Grande y en toda la zona de la Puna se reportan avistamientos extraños. Desde hace años, trabajadores mineros que hacen guardias nocturnas en plena soledad del desierto hablan de luces que aparecen sobre los cerros, de movimientos inexplicables, de sombras que cruzan el cielo a velocidades imposibles.

Algunos de esos relatos quedaron registrados en videos y fotos que se comparten entre conocidos, pero rara vez trascienden más allá de la región. Tal vez, porque en esos paisajes inmensos, donde el cielo parece más cerca que en cualquier otro lugar, lo extraordinario convive con lo cotidiano.

En Tolar no hay grandes edificios. Hay viento, montaña, salares, rutas largas y noches donde el cielo se vuelve un espectáculo. Por eso, para muchos, no resulta tan descabellado pensar que “algo” anda dando vueltas más arriba. “Yo no digo que eran extraterrestres, pero tampoco te puedo decir que eran drones comunes”, resumió otro vecino. “Lo que vimos no lo vi nunca en mi vida”.

Mientras tanto, las imágenes siguen girando de celular en celular, las teorías se multiplican y Tolar Grande suma un nuevo capítulo a su larga lista de misterios en medio de la Puna salteña.

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