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La temporada turística de invierno, históricamente considerada la más fuerte del año para la Puna salteña, cerró con un panorama que preocupa. Así lo manifestó David Sarapura, presidente de la Cámara de Turismo de San Antonio de los Cobres, quien presentó el primer balance oficial desde la creación de la institución, en noviembre del año pasado.
“El invierno es nuestro momento clave, la época en la que esperamos recuperarnos de meses más flojos. Sin embargo, la realidad fue otra: tuvimos escasa ocupación, tanto en hospedajes como en el sector gastronómico. Si no fuera por el impulso que genera la actividad minera, estaríamos en una situación aún más complicada”, expresó Sarapura.
Un invierno demasiado gris
San Antonio de los Cobres, corazón de la Puna salteña, suele recibir un mayor flujo de turistas en julio, atraídos por paisajes únicos, cultura ancestral y propuestas de turismo rural comunitario. Sin embargo, este año los visitantes fueron mucho menos a los esperados y el gasto per cápita también fue bajo.
Según el relevamiento de la Cámara, la ocupación hotelera se mantuvo por debajo de lo esperado y los restaurantes trabajaron a media capacidad. “Hay muy poco turismo que deje ingresos significativos en nuestro sector. Los que vienen no permanecen lo suficiente o no consumen como antes”, lamentó Sarapura.
Impacto limitado del Tren a las Nubes
Uno de los atractivos más promocionados de la provincia, el Tren a las Nubes, no logra generar un impacto sustancial en la localidad. “El tren es una empresa estatal privada que se maneja con su propia estructura y personal. Solo un pequeño porcentaje de pasajeros llega a los artesanos, y la gastronomía local recibe apenas entre un 30% y un 40% de los visitantes, porque el servicio ofrece su propio catering a bordo”, detallaron desde la Cámara de Turismo local.
Este esquema limita la posibilidad de que los turistas consuman en el pueblo, afectando directamente a comerciantes, hoteleros y productores locales. “Necesitamos que haya un trabajo articulado para que el Tren a las Nubes sea una puerta de entrada, y no una experiencia cerrada”, dijeron.
Fiestas que no despegan
Eventos como la Pachamama, el Carnaval andino o las celebraciones patronales podrían convertirse en polos de atracción para el turismo interno e internacional. Sin embargo, hoy su impacto económico es reducido. “Lejos están de tener el efecto que logran otras fiestas en la provincia. Esto se debe, principalmente, a la falta de trabajo conjunto entre el sector privado, el sector público y, en algunos casos, las comunidades originarias”, explicaron.
La visión de la institución es transformar estas celebraciones en verdaderas fiestas convocantes, con proyección nacional e internacional. “Si logramos una buena organización, difusión y logística, podrían generar ingresos reales para gastronómicos, hospedajes, comerciantes y artesanos. Queremos que sean eventos que pongan a la Puna en la agenda turística del país”, insistió.
Desafíos estructurales
El análisis de la Cámara también apunta a problemáticas más profundas que afectan la competitividad turística de la región. Entre ellas, se destacan:
- Falta de infraestructura adecuada para recibir a grandes contingentes, sobre todo en hospedajes.
- Conectividad limitada, tanto en transporte terrestre como en acceso a internet, lo que dificulta la promoción y reserva de servicios.
- Capacitación insuficiente en atención al visitante y manejo de idiomas, clave para atraer turismo internacional.
- Escasa inversión en promoción turística específica de la Puna salteña.
“Queremos revertir esta situación, pero necesitamos que todos los actores se sienten a la mesa. Sin un plan integral, es difícil competir con otros destinos de la provincia que cuentan con más recursos y visibilidad”, advirtieron desde la Cámara .
La minería como salvavidas económico
En el actual contexto, la actividad minera se convirtió en un sostén indirecto para el sector turístico. Trabajadores, técnicos y empresarios vinculados a proyectos mineros demandan alojamiento, gastronomía y servicios, lo que genera un ingreso que compensa parcialmente la baja de visitantes por motivos recreativos. “Es un alivio, pero no es sostenible depender de un solo sector. El turismo es nuestra identidad y debe ser nuestro motor”, remarcó el titular de la Cámara.
Desde la Cámara de Turismo de San Antonio de los Cobres se plantean varias líneas de acción para los próximos meses:
- Promocionar la Puna como destino integral, no solo como parte de un tour de paso.
- Coordinar agendas de eventos con municipios y comunidades originarias para potenciar las fechas festivas.
- Fortalecer el vínculo con el Tren a las Nubes, buscando acuerdos para que los turistas permanezcan más tiempo en el pueblo.
- Capacitar al sector privado en atención, comercialización y marketing digital.
- Gestionar infraestructura y conectividad que permitan mejorar la experiencia del visitante.
Finalmente, Sarapura instó a la comunidad y a las autoridades a apoyar las iniciativas que impulsa la Cámara: “Nuestro objetivo es claro: que el turismo vuelva a ser una fuente de orgullo e ingresos para San Antonio de los Cobres y toda la Puna. No podemos lograrlo solos; necesitamos que todos trabajemos en la misma dirección”.
La Puna salteña, con su geografía imponente, su cultura viva y su historia milenaria, tiene un potencial turístico indiscutible. El desafío es convertir ese potencial en resultados concretos, que se traduzcan en empleo, desarrollo y bienestar para su gente.