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Minerales críticos, raros y estratégicos en el nuevo orden mundial

Por Ricardo Alonso, doctor en Ciencias Geológicas; profesor de la Universidad Nacional de Salta y académico de ciencias (ANCBA).
Sabado, 27 de diciembre de 2025 07:47
Mina de First Quantum Minerals en Zambia, donde se extrae cobre
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Todo lo que está por encima del suelo proviene de lo que está por debajo del suelo. El subsuelo contiene los minerales y estos son la columna vertebral de la civilización moderna. De allí que la minería sea la "Madre de las industrias".

No todos los minerales están en todos lados. Hay países ricos en algunos minerales y pobres en otros. Hay países con industrias que no cuentan con los minerales y países con minerales que no cuentan con las industrias para procesarlos. Es el caso de Argentina y los boratos donde gran parte se va para asistir las plantas gigantes de cerámica y vidrio de Brasil, así como su agricultura. Argentina tiene una de las reservas más grandes del mundo en boratos y Brasil carece de ellos lo que genera una asimetría positiva y sinérgica entre ambos países. Argentina no tiene minerales de aluminio, pero trae la bauxita de Brasil y la procesa en Puerto Madryn (Chubut).

Otro ejemplo de país pobre en minerales es Corea del Sur que tuvo un crecimiento exponencial gracias a la visión de un líder excepcional como fue Park Chung-hee (1917-1979). Es lo que se ha dado en llamar el "Milagro del Río Han". Después de la guerra de Corea, la nación quedó con una economía muy pobre y vulnerable. Park apostó a las industrias pesadas creando en Pohang una de las acerías más grandes del mundo.

Ello abrió paso a industrias electrónicas, automovilísticas y tecnológicas como Samsung y Hyundai, entre muchas otras.

La frase emblemática e icónica que se lee al entrar al gigantesco complejo siderúrgico de Pohang es: "Los recursos son limitados, pero la creatividad es ilimitada". Bajo esta sencilla premisa filosófica, Corea del Sur se transformó en una de las potencias del sudeste asiático. Téngase presente que ese país –como dijimos- dispone de muy pocos recursos minerales. Las acerías se abastecen con gigantescas cantidades de hierro australiano y carbón ruso o chino. La piedra caliza que se usa como fundente es lo único que proviene del propio país.

El tema de países ricos en recursos y pobres económicamente es lo que se ha dado en llamar la "Enfermedad Holandesa" en donde se llegó a considerar una maldición ser rico en recursos. Hay ejemplos de sobra en uno y otro sentido. Y también de países ricos en recursos que son ricos económicamente y países pobres en recursos que son pobres. O cualquiera de esas posibilidades.

Alexander von Humboldt decía que los países hispanoamericanos eran "mendigos sentados en bancos de oro". Noruega es el ejemplo de un país pobre que se hizo rico con el hallazgo de petróleo en el Mar del Norte.

Japón es una potencia económica con recursos minerales limitados. Estados Unidos es una potencia mundial y es un país rico en recursos mineros y energéticos. 

Por el derecho anglosajón el dueño del suelo es también el dueño del subsuelo. De allí que se pueda entender a los millonarios texanos con sus ricos campos de petróleo en el subsuelo y sus grandes toros "longhorn" en las granjas. Esos cuernos de toros que lucen en el capot de las limusinas cuando van a Las Vegas.

En el derecho español, que los hispanoamericanos heredamos desde México a Tierra del Fuego, el suelo es del superficiario y el subsuelo del estado. En la colonia ese subsuelo era propiedad del rey y por eso se pagaba una regalía, o sea el impuesto real. Se sigue pagando la regalía, pero ahora al gobierno de turno. Resulta ucrónico pensar qué hubiese ocurrido si en Hispanoamérica suelo y subsuelo hubiesen sido del mismo dueño.

Otro sí digo tiene que ver con que Estados Unidos empezó con el Mayflower y luego aquellas 13 colonias en el este. Primero fue la colonia y luego la conquista del oeste con armas y caballos. En la América hispana el proceso fue al revés, primero fue la Conquista que abarcó desde el descubrimiento en 1492 hasta 1550 y luego la Colonia que abarcó hasta la independencia de las naciones americanas.

Volviendo a los Estados Unidos resulta sumamente interesante señalar que fueron ellos los que comenzaron con la revolución petrolera mundial desde aquel famoso pozo de Edwin Drake en Pensilvania en el siglo XIX. Estados Unidos sigue siendo una potencia petrolera mundial, aunque no ya de hidrocarburos convencionales sino de los no convencionales. Ello fue lo que llevó al presidente republicano Donald Trump a volver a confiar en los recursos propios de "shale-oil" y "shale-gas", como también lo son los del gran yacimiento argentino de "Vaca Muerta".

De allí que, en su discurso presidencial,Trump dio piedra libre al desarrollo de esos recursos hidrocarburíferos. Lo contrario de lo que ocurrió cuando el demócrata Barack Obama asumió el poder y habló de un nuevo mundo de energías limpias y electromovilidad.

Ese discurso presidencial disparó la búsqueda planetaria de litio y de elementos críticos para la fabricación desde turbinas eólicas a paneles fotovoltaicos.

En medio de todo esto juega el cambio climático más allá de cuán natural o antrópico éste sea. Un europeo está más dispuesto a usar un pequeño auto eléctrico. Un americano no. Los aranceles sobre los autos chinos beneficiaron al principio a Elon Musk, antes de las desavenencias personales con el presidente.

En el ADN norteamericano están el caballo y las armas, reemplazadas por las grandes camionetas y todas las armas legales que ellos puedan acumular. En algún momento Nixon decía que la democracia en América se apoyaba sobre 300 millones de armas personales. Esa cifra hoy se debe haber decuplicado.

En el complejo ajedrez internacional Europa se encuentra débil, Rusia se entiende con Estados Unidos y este lo hace con China. Europa depende defensivamente del poder bélico de Polonia, la gran castigada por Rusia y Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Y del poder nuclear de Francia. El punto es que armas, tecnología y el poder nuclear dependen de minerales. Minerales críticos, esenciales, estratégicos, uranio y tierras raras. Y volvemos al principio.

No todas la potencias armamentísticas, tecnológicas y nucleares tienen los minerales que necesitan. Un avión caza requiere en su construcción de un uno por ciento de tierras raras. Pero sin ese uno por ciento no hay avión caza que valga.

El problema mayúsculo es que China controla el 90% de las Tierras Raras del planeta con su gran yacimiento de BayanObo. Y no solo se trata de Tierras Raras sino de la compleja tecnología para su separación. Y es que ese grupo de los lantánidos en la Tabla Periódica tiene sus bemoles.

Como dijimos en alguna otra nota en este diario "las tierras raras no son raras, los raros son los yacimientos de tierras raras". Cuando hice mi tesis doctoral en el oeste de los Estados Unidos pasé por la mina de tierras raras de "Mountain Pass" entre California y Nevada. Inexplicablemente cerraron esa mina y los americanos quedaron desguarnecidos de una materia prima mineral hoy vital en la tecnología.

Porque no son solamente las armas, son también los celulares y las computadoras los que usan tierras raras. Y los trenes ultra rápidos de levitación magnética que usan las aleaciones de neodimio-boro.

En un celular entran 31 elementos químicos provenientes de centenas de minerales que los contienen. Oro, plata, cobre, níquel, galio, indio, neodimio, praseodimio, europio, gadolinio, terbio, disprosio, son algunos de ellos.

Tanto para los discos duros que usan tierras raras en su composición o bien para dar color a las pantallas táctiles. O las famosas baterías de litio que son algo más que litio ya que además contienen minerales como grafito o cobalto de los cuales al menos nuestro país carece completamente. De allí la curiosa postura del ex gobierno socialista de Bolivia que pretendía que, para aprovechar el litio del salar de Uyuni,las empresas internacionales debían hacer allí las fábricas de baterías de litio. Como se sabe pasó la ola principal del interés en el litio y Bolivia no produjo ni un kilogramo.

El ingeniero geólogo Dionisio Garzón Martinez, ex ministro y máximo pensador de la minería boliviana, sigue orando en el desierto desde las páginas del diario La Razón y desde sus libros y artículos esperando en vano ser escuchado.

Cuando se repasa la historia de la humanidad se puede observar cómo el ser humano avanzó por distintas edades, todas ellas referidas a rocas y minerales. Desde la remota edad de Piedra, pasando por la edad del Cobre, del Bronce, del Hierro, del Carbón, del Acero y del Aluminio, hasta alcanzar el dominio del átomo de uranio y la edad Nuclear. Luego vendría la edad del Silicio y los chips, así como de las Tierras Raras y los Superconductores.

Un auto a comienzos del siglo XX era el sumun del uso de los elementos químicos y solo utilizaba metales básicos ferrosos y no ferrosos y se alimentaba de gasolina.

La separación del aluminio de barros fósiles llamados bauxitas cambió la era de la navegación marítima por el de la navegación aérea. Además de todo lo que representa el aluminio desde la construcción de edificios hasta las latitas de gaseosas y cervezas.

Durante el siglo XX y lo que va del siglo XXI el hombre fue incorporando más y más elementos químicos para su uso en todas las necesidades humanas, esto es la civilización en sentido amplio. Al punto que llegó a utilizar el 100% de los elementos de la "Tabla Periódica de los Elementos Químicos", desde el hidrógeno al uranio. E incluso ya se comenzaron a usar algunos elementos como los actínidos, caso del americio. Y por supuesto el amplio mundo de los isótopos, como los que ayudan a tratar distintos tipos de cáncer.

Es por esta razón que desde hace algún tiempo desde la cátedra de "Teoría, Historia y Filosofía de la Geología" de la Universidad Nacional de Salta hemos propuesto la "Edad de Mendeléiev" que cierra el ciclo de todas las edades pasadas.

Argentina tiene de todo, menos gobiernos coherentes

Argentina es el ejemplo de un país muy rico en recursos, pero pobre por la corrupción de los pésimos gobiernos que se sucedieron. Argentina tiene una cordillera rica en metales, especialmente cobre y oro, litio, minerales nucleares, recursos hídricos abundantes, una de las plataformas marinas y pesqueras más grandes del mundo, suelos fértiles agrícola-ganaderos y un extraordinario reservorio de hidrocarburos no convencionales como "Vaca Muerta" en Patagonia y "Los Monos" en Salta.

Solo en cobre hay recursos medidos de 65 millones de toneladas de metal fino lo que equivale a más de 700 mil millones de dólares en el subsuelo. Y como se sabe no es riqueza lo que está bajo tierra sino lo que se ha extraído. Depende de los argentinos ser potencia o quedar relegados a cumplir la sentencia de los sabios decimonónicos de "mendigos sentados en bancos de oro".

 

 

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