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Un nuevo y repudiable acto de violencia sacude al club Central Norte. Durante las últimas horas, apareció una pintada intimidatoria de máxima gravedad dirigida al vocal de la Comisión Directiva, Daniel Cointe. El mensaje, escrito con aerosol rojo, apareció en el portón del edificio donde reside el dirigente, ubicado en calle Alvear al 500, en pleno centro salteño.
La frase plasmada en la pared cruzó una línea de no retorno, elevando el tono de la coacción a niveles inéditos al incluir una amenaza directa a su núcleo familiar: "Con Central no se jode, hay balas para tu familia".
Este acto de amedrentamiento es un golpe directo a la intimidad y la seguridad del directivo y su entorno. Fuentes cercanas al club confirman que la amenaza es interpretada como un claro intento de presión por parte de barras disconformes con la gestión actual que lidera Leandro Etchezar.
Un peligroso déjà vu
Este episodio no es la primera manifestación de violencia contra la dirigencia "azabache". La amenaza a Cointe se suma a una serie de actos similares que ya habían sido reportados.
La dirigencia de Central Norte ya había sido blanco de pintadas intimidatorias el pasado 17 de noviembre, cuando la sede social de calle Entre Ríos amaneció con mensajes dirigidos al presidente y a la Comisión Directiva (CD) en pleno.
El clima de tensión en el club tuvo incluso su correlato deportivo. Tras la primera oleada de amenazas de noviembre, el equipo se quedó sin director técnico luego de la renuncia de Pablo Fornasari, quien dejó su cargo para asumir en Racing de Córdoba. El contexto de hostilidad y las permanentes presiones agravaron la situación que derivó en la salida del DT.
Amistoso en riesgo y el dilema de Cointe
El repudio a esta amenaza se da en un momento delicado para el fútbol salteño: la organización del esperado clásico amistoso frente a Juventud Antoniana en el Estadio Padre Ernesto Martearena. Tanto el Cuervo como el Santo necesitan desesperadamente la recaudación de este encuentro para mitigar el impacto económico que dejó el parate del fútbol en sus arcas.
Se estima que el partido podría convocar a cerca de 5.000 personas, una cifra fundamental para generar ingresos. No obstante, la aparición de estos mensajes intimidatorios desalienta la colaboración del hincha y genera un ambiente de incertidumbre en torno al espectáculo.
La principal preocupación ahora recae sobre Daniel Cointe. No es un hecho menor que un dirigente sea amenazado con tanta impunidad, y menos aún cuando la familia es el blanco directo. Ante la gravedad de la situación, en las próximas horas se podría definir la suspensión del amistoso por motivos de seguridad o, lo que es más inminente, la renuncia de Cointe a su puesto en la Comisión Directiva.