inicia sesión o regístrate.
Al menos quince personas murieron y otras 18 resultaron heridas, después de que el Ascensor de Gloria (Elevador de Glória), un conocido funicular turístico en el centro de Lisboa, la capital de Portugal, descarrilara ayer, informaron las autoridades.
Cinco de los heridos se encuentran en estado grave. Estas cifras fueron ofrecidas en una rueda de prensa sobre el terreno por un portavoz del Instituto Nacional de Emergência Médica (INEM), Tiago Augusto, que actualizó los datos de víctimas del accidente sufrido por el funicular, que conecta la plaza de los Restauradores con el Barrio Alto y el mirador de São Pedro de Alcântara.
Los heridos fueron transportados a varios hospitales de la capital lusa, añadió Augusto, quien detalló que entre los 13 heridos leves se encuentra un niño ingresado en el Hospital Santa Maria.
Poco después del accidente, el INEM también confirmó que ya no quedan víctimas en el lugar de los hechos y todas han sido evacuadas.
Por el momento, las autoridades portuguesas no han confirmado la nacionalidad de los fallecidos ni han precisado las causas que provocaron el descarrilamiento del funicular, que quedó aplastado contra un edificio en una curva.
Los bomberos recibieron el llamado de alerta, tras lo que se desplegó un fuerte dispositivo policial en la zona y numerosas ambulancias y camiones de bomberos se trasladaron al lugar.
La plaza de los Restauradores fue cerrada por la policía y alrededor del cerco se concentraron cientos de curiosos, muchos de ellos turistas.
De acuerdo con medios locales, este no es el primer descarrilamiento del funicular. En 2018 ocurrió un accidente similar, aunque en esa ocasión nadie resultó herido. Construido a finales del siglo XIX, el Funicular de Gloria conecta la Plaza Restauradores con el distrito Príncipe Real, con sus vagones de color amarillo brillante desplazándose por empinadas laderas. El teléferico luso atrae a un gran número de turistas cada año.
El más grave
El accidente del funicular en Lisboa se suma a una larga lista de sucesos en este tipo de transporte, la mayoría de las veces de carácter turístico y en destinos de alta montaña. El más grave se produjo el 11 de noviembre del año 2000 cuando un ventilador de aire caliente defectuoso provocó el incendio del funicular que ascendía al glaciar austríaco de Kitzsteinhorn y causó 155 muertos.