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A medida que se acercan las lluvias de verano, la Ruta Nacional 68 vuelve a ser prioridad Vialidad Nacional ejecuta una serie de obras clave en el tramo desde Río Ancho con Cafayate, una de las rutas más transitadas del norte argentino y un corredor vital para la producción, el turismo y la vida cotidiana de miles de los salteños.
Entre las tareas más visibles se encuentran la construcción de nuevas dársenas y paradores de hormigón entre Cerrillos y Talapampa, pensadas para mejorar la seguridad en una zona de alto flujo vehicular. Estos espacios permitirán detenciones más seguras para ómnibus y vehículos particulares, especialmente en los meses de mayor movimiento.
Simultáneamente, equipos viales avanzan con la limpieza y despeje integral de banquinas en distintos sectores del recorrido. Este trabajo, que muchas veces pasa inadvertido, es fundamental para evitar la acumulación de agua durante las tormentas y prevenir desbordes o desmoronamientos en áreas donde las lluvias suelen ser intensas.
El calendario juega su parte: entre diciembre y marzo, la RN68 se convierte en una verdadera autopista turística. Miles de salteños y visitantes la recorren camino a los Valles Calchaquíes, a las bodegas y a los pueblos vallistos. Por eso, las tareas actuales apuntan a dejar la traza en condiciones óptimas antes del verano, cuando el tránsito se multiplica y las precipitaciones ponen a prueba la infraestructura.
En los próximos días, Vialidad Nacional iniciará también la renovación de cartelería vial, con nuevos letreros informativos y preventivos. El objetivo es reforzar la seguridad y la orientación de los conductores, mejorando la experiencia de viaje y reduciendo el riesgo de siniestros en curvas, cruces y zonas con visibilidad reducida.
Estas acciones se enmarcan dentro del plan de mantenimiento integral que el organismo desarrolla en toda la provincia, priorizando la conservación de las rutas nacionales y la seguridad vial como ejes centrales. En Salta, se ejecutan tareas permanentes sobre las rutas 34, 40, 51 y 9, esenciales para el transporte y el desarrollo económico regional.
La RN68 no solo es una vía de conexión: es también un símbolo del paisaje salteño. Su recorrido, entre cerros, ríos y viñedos, la convierte en una de las rutas escénicas más admiradas del país. De allí la importancia de mantenerla en condiciones, no solo por la seguridad, sino también por el valor que tiene como puerta de entrada a los Valles Calchaquíes.