El regreso a la titularidad de Juan Román Riquelme representa la máxima novedad en el equipo xeneize. El enganche, ausente en la victoria sobre Huracán (3-0) por un desgarro abdominal, estará desde el arranque esta noche ante el rojo.

El DT Julio César Falcioni, ofrece así una muestra de su consideración sobre Riquelme, cuya vuelta lo obliga a desmontar su esquema preferido, el 4-4-2, con el que le ganó a Huracán en la que fue su mejor producción futbolística en lo que va de certamen. Román ocupará el lugar del ex San Lorenzo y Banfield Walter Erviti, por quien tanto insistió el entrenador en la pretemporada, quien manifestó algunas molestias físicas durante la semana, pero mañana estará en el banco de suplentes.

“Si ganamos dos o tres partidos seguidos, podemos prendernos”, advirtió el propio Falcioni, quien todavía sostiene la ilusión de recuperar tanto terreno perdido en el Clausura y dar pelea por el título.

Para esto, claro, y más allá de sus condiciones naturales para el desequilibrio, habrá que ver cómo capitaliza Román el envión anímico que representó para Boca el triunfo ante Huracán y cómo funciona el reordenamiento táctico del medio.

Para Independiente, al menos en esta coyuntura, las urgencias son peores: está penando con el promedio para los descensos a la B Nacional y viene de una semana muy complicada. Primero, por el cruce del DT, Antonio Mohamed, con el volante Roberto Battión por la preparación física del equipo; después, por el episodio policial y el escándalo mediático posterior que protagonizó el volante salteño Walter Busse (que al menos recuperó su auto). Ni Busse ni Battión (sí concentró) no estarán en el equipo titular, al que volverá, como dato saliente, el arquero Hilario Navarro en lugar de Assmann.

En cambio, el Turco Mohamed no podrá contar esta vez con Leandro Gracián (por un acuerdo con los dirigentes de Boca, club dueño de su pase), Lucas Mareque (engripado) y los lesionados Matías Defederico, Iván Pérez y Nicolás Cabrera.