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Fanática del tango
“Yo voy al taller de tango, en la sede del sindicato de Empleados Gastronómicos, dos veces por semana. Fue ahí que me eligieron para representar a ese gremio. A mí no me convencía mucho la idea, porque pensé que me iba a generar muchos compromisos, pero mis compañeras me apoyaron y estimularon, por eso, finalmente, acepté... y la verdad es que sí me cambió un poco el ritmo de vida”.
Milagro hace 26 años que es viuda, fue maestra durante más de 25 años en diferentes escuelas de la Capital y su marido era un empresario dedicado al turismo. Esta morocha elegante y muy atractiva, es madre, abuela y bisabuela.
Sus cuatro hijos son profesionales y casados. Tiene tres mujeres y un varón. La hija mayor es profesora de inglés, la otra es analista de sistemas y la más chica, nutricionista. El varón es odontólogo. Todos están orgullosos de ella, incluidos 10 nietos y un bisnieto de tres añitos.
“Ahora vivo con mi hermana Elvira del Valle Nieva rodeada del afecto de los míos”, dijo emocionada y feliz. “La verdad es que esto me ha dado la oportunidad de conocer mucha gente. Nosotros somos personas grandes pero con muchas ganas de vivir. Estamos activas de manera permanente. Nos gusta disfrutar de la vida, divertirnos y estudiar”, a tal punto que se declara fanática de la computación, que estudió durante cuatro años en la Fundación Romero. “No me interesa chatear, pero me gusta la informática”, nos contó.
Esta mujer, inteligente y alegre, nos contó que no tiene ninguna relación formal, a pesar de tantos años de viudez. “Estoy sola por elección, me gusta como me siento ahora”, sentenció, aunque no caben dudas que a más de alguno hace suspirar.