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Un barrio de EEUU, un juego de basquet callejero y un supuesto documental sobre un jugador de baloncesto llamado “Kevin”. La filmación transcurre con la normalidad de un juego amateur, hasta que entra en escena el “tío Drew”, un anciano que apenas puede caminar.
Nadie conoce la verdadera identidad del tío Drew, salvo Kevin, quien lo invita a participar de la filmación. El “anciano” primeramente rechaza la propuesta: “De verdad... no quiero jugar con estos chicos” le dice.
Luego se lesiona un jugador por lo que Kevin le pide nuevamente a su tío que entre al campo de juego. El hombre accede ante la burla del resto de los jugadores quienes desconocen la verdadera identidad del viejo Drew, que no es otro que Kyrie Irving, la estrella de Cleveland de la NBA.
Tras unos minutos de erráticas intervenciones, el tío Drew (Irving) comienza a demostrar toda su magia ante el asombro de los presentes. El documental se transforma entonces en un apasionado duelo callejero de baloncesto que terminó siendo una publicidad.