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El característico “olor a muerto” y varios paneles y compartimentos removidos le dieron la certeza a los efectivos de la Comisaría 42 con asiento en Tartagal que acababan de encontrar un vehículo utilizado para el transporte de cocaína.
El procedimiento se concretó el fin de semana anterior en una vivienda del barrio Roberto Romero, al este de la ciudad, cuando el personal civil detectó que una camioneta blanca doble tracción, marca Mitsubishi Montero, estaba en el patio de la vivienda con un cartel de venta.
En la mañana de ayer, personal de Gendarmería Nacional con un can adiestrado para la detección de estupefacientes, colaboró con el procedimiento por lo que las actuaciones pasaron a la justicia federal.
Los efectivos en realidad, buscaban una camioneta con esas características que dos semanas atrás había protagonizado un accidente de tránsito en el tramo urbano de la ruta 34 en el que estuvo involucrado un motociclista de Tartagal que fue colisionado por el rodado.
El conductor del vehículo importado, lejos de auxiliar al motociclista, se dio a la fuga.
No solo el motociclista sino también varios testigos ocasionales que a esa hora se encontraban en inmediaciones de la ruta dieron cuenta de las características y precisaron que se trataba de una camioneta 4X4 con patente de Bolivia.
El secuestro
Desde ese día el personal policial que de civil recorre las calles céntricas de la ciudad y varios barrios trataban de ubicar la camioneta involucrada en la colisión en la que por fortuna el motociclista solo resultó con algunos golpes y contusiones pero ninguno de gravedad.
El lunes en horas de la mañana los efectivos la localizaron guardada en el patio de una vivienda del barrio Roberto Romero, con un cartel de venta en la luneta. Con la orden del juez de turno, los efectivos retiraron al rodado de la vivienda, mediante la utilización de una grúa ya que se encontraba cerrada y en momentos del secuestro el propietario de la vivienda no se encontraba en su domicilio.
Secuestrada
La camioneta Mitsubishi Montero fue guardada en un patio interno de la Comisaría 42 y un cerrajero procedió a abrirla. Pero al requisar en su interior los policías se dieron con que los paneles de las puertas y el torpedo del vehículo había sido removido y aún se encontraba con los accesorios prácticamente sueltos.
“En forma inmediata se requirió la colaboración de personal de Gendarmería Nacional que con un perro adiestrado requisó el vehículo; de esa manera se pudo comprobar que si bien no tenía cocaína en su interior tenía rastros de la droga que fue detectado en forma inmediata por el can”, refirió el jefe de la unidad regional 4, Fernando Camacho.
El vehículo fue puesto a disposición del juez federal y los investigadores de la policía de la provincia tratan de precisar a quién pertenece tomando en cuenta el número de patente, información que deberá ser requerida a Bolivia.
La camioneta tiene el dominio 2304 HPG Bolivia y se trataría, según el cartel de venta de un modelo 2002.