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El regalo navideño que nos hicieron los ingleses fue la firme advertencia de que la posesión y propiedad del sur argentino es de exclusiva titularidad del Imperio. Con la denominación toponímica e inclusión cartográfica del nombre “Tierra de la Reina Isabel” a la península Antártica que los argentinos “cuidamos” desde hace más de 100 años, constatamos sin lugar a dudas que consideran al continente blanco subordinado a sus decisiones.
En pocas palabras: lo que nosotros sentimos y vivimos como “Antártida Argentina”, su majestad británica lo considera inglés. No importa si hace un siglo que tenemos bases militares y científicas, que está pegadito a nuestro continente (no olvidemos que la cordillera de los Andes se prolonga a la península antártica) y que ellos están en otro hemisferio y a 20 mil kilómetros. Igual que con las islas Malvinas, ellos siguen sintiéndose los dueños de los mares.
Feliz Año Nuevo (para ellos)
En la primera semana del año próximo el Imperio británico tiene previsto realizar las fastuosas conmemoraciones de:
. 1 de enero de 2009: cuarto aniversario del dictado de la Constitución de la Falklands.
. 3 de enero de 1833: 180 años de la usurpación de las islas Malvinas.
. Confirmación de referéndum a realizarse en el mes de marzo, en que los “malvinenses” deberán decidir si forman parte o no del Imperio británico. ¿Adivina el lector la respuesta?
Nuestra artillería (verbal)
Frente a los festejos ingleses que reflejan una ocupación real y concreta de nuestro territorio, la señora presidenta argentina tiene previsto para el 9 de enero, día de la llegada de la Fragata Libertad a Mar del Plata, unas declaraciones subidas de tono “soberano”. Como nos tiene acostumbrados el “relato”, serán solo eso, vacías palabras que el viento llevará a los oídos ingleses para que una vez más se nos mueran de risa.
Palabras que volverán a postergar los elementales y concretos actos jurídicos que debe realizar el gobierno del Estado argentino, esto es:
. Suspensión inmediata de todo pago de deuda a Gran Bretaña.
. Denuncia y nulidad de los Acuerdos de Madrid de octubre de 1989 y febrero de 1990.
. Derogación del Tratado de Garantías con Gran Bretaña del 11 de diciembre de 1990 (Londres).
. Derogación del Tratado de 1825 (Amistad, comercio y navegación).
. Derogación del Tratado Roca- Runciman del 4 de mayo de 1933.
. Anulación de la designación realizada por Boudou, del inglés Barclay‘s Bank como management de la deuda externa argentina.
. Expropiación (ya que está de moda) de tierras argentinas que se encuentran bajo la titularidad de la Corona y/o súbditos británicos.
. Expropiación de las acciones de las compañías o sociedades inglesas que operan en nuestro territorio, financieras, petroleras, mineras.
. Cumplimiento e inmediata reglamentación de la Ley 26.659 (sanciones a toda empresa participante en la explotación colonial en Malvinas o plataforma marina).
. Prohibición por ley nacional de permanencia, amarre o abastecimiento de buques de bandera británica, kelpers o de conveniencia que estén involucrados en tareas en la cuenca de Malvinas.
. Llevar el reclamo ante la ONU y someterlo a “votación” concreta. Unica manera que no sean palabras vacías que allí también se las lleve el viento.
De no realizar tales actos jurídicos, las declaraciones solo formarán parte de una ficción verbal, de tono agresivo y típico de la artillería de pirotecnia, pero la posición de fondo será de clarísima complicidad con Londres, funcional a lograr una “complementariedad” con empresas afines al gobierno y a la declaración de “Estado Ribereño” que el gobierno británico pretende para que la ONU legitime las usurpaciones a nuestro suelo patrio. transformado el reclamo de soberanía en una mera “cuestión de límites”.