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En medio de un berenjenal de reclamos, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, pidió ayer “tranquilidad y confianza” a los miles de damnificados por el fuerte temporal de lluvia, viento y granizo del pasado miércoles, luego de que varios vecinos realizaron cortes de rutas en reclamo de agua, luz y seguridad.
“Lo importante es que hemos persuadido para que levanten los cortes, la mayoría de los cortes se fueron levantando, porque cuando se realiza un corte, aunque yo entiendo la bronca de la gente por no tener agua y luz, se estaba impidiendo que la mercadería y todo el apoyo ingresara a los barrios que necesitaban esa ayuda”, dijo Scioli. Los cortes de rutas y protestas se realizaron en Merlo, Moreno, La Matanza, Ituzaingó, Florencio Varela, Sarandí, Wilde, Berazategui, Dominico y Ezeiza.
Ituzaingó, asfixiado por destrozos
El intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, admitió ayer que había preocupación en su comuna por las consecuencias del temporal del pasado miércoles, dado que detectaron más de ocho mil árboles caídos que provocaron cortes de energía y señaló que continuaba “charlando y peleando” con las empresas para que se restablezcan los servicios. “Todos estamos preocupados, son muchos los damnificados” en el distrito, dijo el jefe comunal y remarcó que declaró “zona de desastre con un decreto”, avalado por el Concejo Deliberante. Además, señaló que desde el municipio “se trabaja para tratar de sacar los árboles de muchas partes”. Descalzo sostuvo que “fue un tornado que acá nunca se esperaba. Tenemos fotos que sacaron los vecinos en las que se ve que fue un tornado”. El intendente remarcó que esperaba el paulatino restablecimiento de los servicios públicos no solo del agua sino también de la luz, que tampoco había llegado ayer a algunos sectores. Tras señalar que “en el hospital pudieron traer un generador”, indicó que “en algunos lugares se recuperó la luz, pero en otras zonas todavía no”.
Acusan al Gobierno porteño de indiferencia
Organizaciones sociales de los barrios porteños más afectados por el temporal, donde murieron tres jóvenes y hubo casas arrasadas y cuantiosos daños materiales, denunciaron que no se cumplió con la ayuda que la Justicia ordenó al Gobierno porteño realizar en esas zonas.
La jueza Fabiana Schafrick, titular del Juzgado Nº 5 del Fuero Contencioso Administrativo y Tributario, le ordenó el viernes al Ejecutivo porteño que adopte medidas para relevar la posibilidad de nuevos derrumbes, apuntalar los inmuebles y asistir a las personas en la crisis social.
El reclamo de asistencia fue realizado por las organizaciones barriales Corriente Política 17 de Agosto, La Poderosa, Agrupación 14 Bis Derecho y La Usina Villa 21 y formulado ante la Justicia por el defensor general de la ciudad de Buenos Aires, Mario Kestelboim.
La orden de Schafrick estableció que el Poder Ejecutivo “efectivice en el plazo de 24 horas un relevamiento de los riesgos de derrumbe para la integridad física de los habitantes de las villas 21-24, Fátima, Los Pinos, 15, 1-11-14, Lacarra, Carrillo y Escarpino, el asentamiento Magaldi, el Núcleo Habitacional Transitorio Zavaleta y el Complejo Habitacional ubicado en Portela entre avenida Castañares y Lafuente”.
Asimismo, se ordenó que se apuntalen los inmuebles en peligro, que se corten los árboles inestables y se adopten todas las medidas necesarias para resguardar las vidas de los damnificados.
No obstante, referentes de las agrupaciones que hicieron el reclamo -entre ellas la Agrupación 14 Bis Derecho- manifestaron que la respuesta fue “tardía y descoordinada”.
En igual sentido, la asamblea barrial de La Poderosa en Villa 21 aseguró que “trajeron algunos pocos colchones y nada más”.