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Incertidumbre y especulación son algunos de los términos que describen la actualidad económica de Argentina. En este marco, ante la gran brecha que se abrió entre el dólar oficial y el paralelo o “blue”, especialistas advirtieron que la cotización de este último impactaría en la actividad económica del país.
Las transacciones inmobiliarias, los alquileres, los bienes producidos en el circuito informal y la reposición de artículos vinculados a la informática, por ejemplo, son algunos de los rubros que ya comenzaron a sentir los efectos del casi 30 por ciento de diferencia entre la cotización del dólar oficial y el paralelo.
Es que según la consultora económica Economía & Regiones, “el desdoblamiento cambiario y su perpetuación en el tiempo afectan negativamente la formación de expectativas, la fijación de precios, y las decisiones de consumo e inversión, impactando negativamente sobre el nivel de actividad”. Un planteo preocupante, teniendo en cuenta las perspectivas económicas del país.
Días atrás, en declaraciones a El Tribuno, el economista Javier Lindemboim afirmaba que las propiedades subirían notablemente sus precios, ya que “sus valores se estiman no con el valor de la moneda del mercado oficial sino con la del mercado paralelo, que nadie sabe exactamente cual es el valor representativo”. Esta situación, independiente de que el mercado del dólar paralelo sigue siendo “pequeño”.
Cabe destacar que la brecha entre la cotización oficial y paralela fue ensanchándose cada vez más, dado que el Gobierno decidió limitar fuertemente la compra de dólar.
El informe, por último, indica que la industria es hasta ahora “el sector más golpeado” por la situación del mercado cambiario, aunque remarcó que otras actividades, muy “pro-cíclicas”, como la construcción, también “muestran síntomas de inestabilidad y estancamiento”.
Señal de alerta
En este contexto, el desafío de la Rosada, en términos económicos, continúa siendo mantener el crecimiento de los últimos años, objetivo que se aleja cada vez más de la realidad.
Es que, según estadísticas oficiales, la recaudación nacional que arrojó mayo marcó una nueva caída en los porcentajes y ratificó la nueva tendencia: la economía sigue desacelerándose.
En mayo creció solo 20,5%, la tasa de variación interanual más baja desde febrero de 2010, alcanzando los 61.026 millones de pesos. Asimismo, en el primer cuatrimestre del 2012, la misma se elevó 26,1% respecto del año anterior, lo que es 5,7 puntos por debajo del crecimiento que indicó a lo largo del 2011.