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Independiente continúa sin ganar en el torneo y en este caso el equipo de Américo Gallego no pudo de local ante Quilmes, que en Avellaneda empató 1 a 1 un partido que arrancó ganando pero en el que no pudo mantener la ventaja.
A su vez, cuando el rojo se quedó con diez, el cervecero no encontró los caminos para ganarle a un rival que lo inquietó poco y nada, en un encuentro en el que el árbitro Germán Delfino se fue insultado y silbado por los hinchas del local.
Luego de un arranque parejo y sin demasiadas opciones claras, el visitante se encontró con el primer tanto tras una gran jugada personal de Miguel Caneo, quien habilitó para Jacobo Mansilla, autor de un buen gol con un zurdazo rasante que se metió en el fondo del arco de Hilario Navarro. De esta manera, el equipo de Omar de Felippe se fue arriba en el marcador y el local envuelto en dudas y reclamos de la gente, que en varios pasajes se la notó nerviosa.
En el complemento, Independiente lo empató casi sin querer, luego de que Ernesto Farías -en una jugada polémica- definió luego de un centro al medio del área. A partir de ahí, el elenco de Avellaneda levantó su nivel, pero con el paso de los minutos volvió a bajar, más aún cuando se quedó con diez jugadores.
Este Independiente, que aún no conoce la victoria en este campeonato, sigue hundido en el fondo de los promedios y el fantasma del descenso parece acechar al equipo del Tolo Gallego.