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Dos incendios devoraron humildes viviendas en la capital salteña, durante las últimas horas. Afortunadamente, no hubo lesionados, pero los siniestros dejaron a dos familias con sus pertenencias reducidas a cenizas.
El primer hecho tuvo lugar en una casa ubicada en la calle Ituzaingó 1701, de villa San Antonio, ayer, cerca de las 9. Susana Peducase (29), ama de casa, manifestó: “Me fui temprano a la salita del barrio que queda a una cuadra para llevar a control a mi bebé de dos meses. También llevé a mi hijo Hugo, de 4 años. En un momento, mis vecinos entraron corriendo al centro de salud para avisarme que se estaba prendiendo fuego mi casa. Gracias a Dios, no había nadie adentro porque todos mis hijos, José que tiene 13 años, Brisa de 11 y Pedro de 9, estaban en la escuela”. El incendio se originó en una de las habitaciones. Las llamas alcanzaron a expandirse al comedor. Se quemaron dos camas, un televisor, un chifonnier, un placard, una cómoda, documentación de la familia, ropa, calzado, un microondas, una mesa, una computadora, libros y una puerta, entre otros objetos. Una vecina, que divisó una densa columna de humo que salía desde la casa, se comunicó con el 911. El oficial Federico Delgado, del Departamento de Bomberos de la Policía informó que el incendio se produjo a raíz de un cortocircuito en una llave térmica, ubicada en la parte superior del dormitorio y a la que se conectaban varios cables. “Las llamas se propagaron en todo ese lugar cuyo techo es de chapas y cielorraso y llegaron en menor medida al comedor”, explicó el oficial, quien tomó muestras de cable para efectuar las pericias correspondientes. “Cuando volví, ya estaban la Policía y Bomberos. Habían pateado la puerta para entrar y sofocar el incendio. Nuestro dormitorio se quemó por completo y solo quedaron cenizas. Me siento muy mal, triste. Todo lo que hemos logrado en 11 años se perdió en segundos. Pero no me canso de agradecer a Dios porque ninguno de mis hijos estaba aquí. Lo material va y viene, pero cuesta también”, dijo Peducase. Por su parte, su marido, Sergio García (30), empleado de la casa cotillón Carisol, expresó: “Duele porque el fruto de nuestro trabajo se perdió de esta forma. Vamos a volver a comenzar. Mis hijos están bien y eso es lo más importante”.
Las personas que deseen colaborar con la familia perjudicada que requiere ropa y calzado de niños, pueden llamar al teléfono 4260154.
El segundo siniestro
El otro incendio fue en el barrio Siglo XXI, el miércoles, a las 21.30, en una humilde vivienda situada en la manzana 352C, lote 24. En una habitación, una vela encendida para alumbrar ante el corte de luz por el temporal cayó sobre una cuna. La llama entró en contacto con ropa y un colchón. Tres hermanitos, Florencia Siares (4), Brisa (8) y Rodrigo Avilés (11) resultaron ilesos.
Un niño salvó a sus hermanitas
Las pérdidas materiales en el incendio ocurrido en el barrio Siglo XXI fueron totales. Yamila Albarracín (17), tía de los niños y quien reside en la parte de adelante del terreno, expresó: “Las nenas estaban en la pieza y el chico había salido para ir al baño; cuando volvió vió el fuego, sacó a sus hermanitas al patio y luego fue a buscarme. El me contó que se había caído la vela en la cuna porque su hermanita más pequeña la había tirado sin querer. Luego vinieron la Policía y los Bomberos”. Se quemaron muebles, una heladera, un microondas, un lavarropas, tres camas, juguetes, ropa, un placard y un centro musical. La madre de los niños, Edith Siares (30), se encontraba de viaje para visitar un pariente en General Gemes junto a su beba Ruth, de siete meses.
Las personas que quieran ayudar a esta familia pueden llamar al 154107916.