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Con intendentes bonaerenses taquilleros, un plan de obras públicas y la “democratización judicial” como caballito de batalla, el Gobierno de Cristina Kirchner buscará recuperar adhesión popular en 2013 y evitar un vía crucis electoral.
El encono con los jueces se mantuvo en la vidriera la semana pasada a partir de la decisión de la Cámara en lo Civil y Comercial de frenar el traspaso del predio de la Rural al Estado. Si bien ese tribunal también habilitó la feria judicial para agilizar el trámite vinculado con la ley de medios, el Gobierno no leyó ambas decisiones como salomónicas y redobló la ofensiva contra los camaristas y parte del sistema judicial.
Hebe de Bonafini fue a tribunales y amenazó con investigar a todos los jueces, y el jefe del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi, planteó la necesidad de que los magistrados paguen ganancias.
Cristina Kirchner estuvo atenta a todas estas circunstancias desde Calafate, donde pasó unos días de vacaciones, y macera a mediano plazo esa pulseada, cuyos alcances solo ella conoce.
Mientras tanto se prepara para recibir mañana a la fragata Libertad con las pompas de los festejos del bicentenario en Mar del Plata y sigue la evolución de Hugo Chávez, a quien podría visitar antes de su gira por Asia.
La salud del presidente bolivariano y su consecuencia en la política regional mantienen en vilo a sus pares más cercanos, quienes podrían coincidir en sus viajes. De hecho, el uruguayo José Mujica pidió permiso al parlamento para salir de su país dos días durante la semana próxima.
La sucesión es uno de los dilemas que se plantea en Venezuela y que ya golpea fuerte -por anticipado- en la Argentina de cara a las elecciones de medio término del mandato de Cristina Kirchner. Ante esa contienda, los distritos grandes nuevamente se presentan como el gran desafío de la Casa Rosada, sobre todo teniendo en cuenta que jugadores de peso saldrán a la cancha a humedecer las castañas reeleccionistas del kirchnerismo.
Julio Cobos en Mendoza, Hermes Binner en Santa Fe, el delasotismo en Córdoba y el macrismo en la Ciudad de Buenos Aires configuran un escenario difícil para el oficialismo nacional.
Así, Buenos Aires con el 38 por ciento del padrón electoral nacional volverá a ser crucial para el Frente para la Victoria, que busca construir una estrategia propia para mantener cierto poder de decisión sobre dos figuras clave de la provincia: Daniel Scioli y Sergio Massa.
Mientras Massa posterga decisiones hasta marzo, Scioli ratificó su decisión de jugar “por adentro” pero planteó tres ejes diferenciadores en el inicio mismo del año electoral: la apertura al diálogo con opositores; el reclamo mesurado pero evidente de lugares en las listas del FpV; y la exhibición de su plan 2015 denominado “continuidad con cambios”.
La agenda de trabajo político-electoral de Scioli quedó en evidencia durante un nuevo encuentro con Mauricio Macri para inaugurar una planta de tratamiento de residuos y en distintas entrevistas que concedió.
El kirchnerismo analiza el escenario. No obstante, la Casa Rosada busca construir candidatos propios y moldea una alineación con algunos intendentes de distritos populosos como el de La Matanza, Fernando Espinoza y el de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
Espinoza deslizó que se desligará de la intendencia este año y es apuntalado por el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, para que presida el PJ bonaerense y eventualmente sea candidato. Insaurralde, auspiciado por Marcelo Tinelli, podría ser un complemento al presentarse como un dirigente joven y con coraje tras haber superado un cáncer.
El acercamiento directo a los intendentes lo lleva adelante De Vido con el plan de obras públicas “Más cerca: más municipios, mejor país, más patria”, que se despliega en Buenos Aires y en otras provincias. Otro ministro con influencia en Buenos Aires es Florencio Randazzo. El responsable de las áreas de Interior y Transporte decidió mantenerse al margen del hilado fino electoral pero su tarea en los trenes es tan estratégica como las candidaturas.