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Falta exactamente una semana para las elecciones nacionales en las que los salteños deberemos elegir a nuestros representantes ante el Congreso.
Las categorías en disputa, senadores y diputados nacionales son, en resumen, los escaños que van a apuntalar el capítulo venidero en la historia institucional del país.
La próxima contienda electoral, la tercera de las cuatro que debemos cumplir en solo tres meses, tiene en particular la proyección de lo que hoy se discute a nivel nacional: la continuidad o no del modelo kirchnerista.
A esa hora, el aporte que haga cada provincia será crucial para la conformación del Congreso, integrado en estos momentos por 257 diputados y 72 senadores.
El futuro para la continuidad del modelo, proyectado de aquí a 2015, partirá indefectiblemente desde ese número, que se interpreta como la base política para el manejo legislativo del país.
Pero además de ello, los resultados de las elecciones del domingo tendrán en las provincias el mismo significado y la misma proyección para dentro de dos años, cuando deban renovarse las gobernaciones. El caso de Salta es una ellas.
Planteados en términos políticos, los comicios del domingo que viene en esta provincia tendrán esa impronta plebiscitaria (el apoyo de la mitad más uno de la población) que el propio gobernador Juan Manuel Urtubey impulsó en las dos elecciones de hace unos días atrás.
En ambas, sólo el 30% de los salteños le dio su respaldo, es decir la mitad de los electores que había conseguido hace dos años atrás cuando fue reelecto al frente del gobierno provincial.
Vincular los resultados de los últimos comicios en Salta es inevitable, por más que el oficialismo, más concentrado en sus peleas internas que en la propia gestión, intente despegarlos.
En Salta también se votará por la continuidad o no de un modelo, tanto en el orden nacional como en el provincial. Y esa disputa quedará más patente en la categoría de senadores, donde subyacen corrientes de pensamiento focalizados en dos nombres: Juan Carlos Romero y Juan Manuel Urtubey.
Es que parece extraño, pero Rodolfo Urtubey, el candidato a senador y hermano del gobernador, no es más que una sombra. No ha podido lograr autonomía, quizá porque es el propio mandatario quien no le quiso soltar las alas y se puso esa mochila a cuestas.
Es Juan Manuel Urtubey, y no Rodolfo, quien asumió el rol de candidato confiado en que su figura traccionaría a la de su hermano.
Urtubey (Juan Manuel) propone la continuidad de un modelo que se advierte agotado y sostenido por el mismo discurso. Romero propone la alternativa dentro del esquema opositor en la provincia.
En Salta, los resultados del domingo que vienen marcarán el camino hacia el 2015.