La ausencia del turistas extranjeros es lo que más sienten los empresarios del sector. “Lo sentimos porque el que dejó de venir es el turista de la eurozona: franceses, españoles, italianos, suizos, alemanes”, advirtió Eduardo Kira, presidente de la Cámara de Hoteleros y Gastronómicos. Al explicar esta ausencia, Kira y Carlos Rodríguez Alzola -de la Cámara de Turismo- coinciden en apuntar a las restricciones impuestas al mercado del dólar.
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La ausencia del turistas extranjeros es lo que más sienten los empresarios del sector. “Lo sentimos porque el que dejó de venir es el turista de la eurozona: franceses, españoles, italianos, suizos, alemanes”, advirtió Eduardo Kira, presidente de la Cámara de Hoteleros y Gastronómicos. Al explicar esta ausencia, Kira y Carlos Rodríguez Alzola -de la Cámara de Turismo- coinciden en apuntar a las restricciones impuestas al mercado del dólar.
“Europa pasa por una de las peores crisis y para ellos el destino Argentina se puso caro porque vienen con un dólar que aquí le cambian por 5 pesos cuando en realidad está a 8 pesos”, dijo Rodríguez Alzola. El último cálculo mostró que la diferencia entre el dólar que con muchas restricciones libera el Gobierno nacional a través de los bancos y el “blue” ronda el 60%.
Estas observaciones son confirmadas por el Indec que hace poco informó que en 2012 bajó un 4,6 por ciento el arribo de turistas extranjeros, con relación a 2011.
El organismo nacional advirtió también que la caída afectó no solo a los visitantes provenientes de las grandes economías que están en problemas -Estados Unidos y Europa-, sino también a nuevos visitantes que la Argentina había ganado en los últimos años: los brasileños.
Rodríguez Alzola también apuntó a “un problema, diría, de mezquindad del Gobierno nacional”, y se refirió a problemas -sobre todo de infraestructura- que dependen de Nación y están sin resolver. Insistió con las ruta nacionales 68, 33, 34 y 51, así como los trenes y las comunicaciones telefónicas y de internet.
Un visitante distinto
Para los empresarios turísticos, no solo bajó la cantidad de visitantes que llegaba a Salta, sino también el perfil. “Antes -observan- era una persona que consultaba, iba a una inmobiliaria o a una agencia, y consumía servicios. Hoy es mucho más económico”.
Así, por ejemplo, muchos hacen base en la capital y salen de excursión. Gastar en el viaje pero no tanto en comida u otros servicios.