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En los pocos días que lleva su pontificado, el papa Francisco no deja de sorprender al mundo con sus pequeños gestos, alejados de las formalidades y el protocolo, con los que ya se ganó el corazón de muchos fieles. Hoy, cuando se produza su “entronización”, el Sumo Pontífice entrará en la basílica de San Pedro para vestir los paramentos de la misa y bajar a orar ante la tumba de San Pedro. Después, en la plaza, le será colocado el palio (una estola) y el anillo del Pescador, los símbolos del pontificado. Y aquí también el Santo Padre volvió a dar muestras de su humildad. “Cuánto me gustaría una iglesia pobre”, dijo Francisco hace pocos días ante miles de periodistas. El ya conocido como “Papa de los pobres” también evidenció su sencillez al cambiar el oro habitual del anillo por plata dorada.
El palio y el anillo del pescador le serán entregados hoy durante la ceremonia de inicio de su pontificado. Con el evangeliario, que es el libro que recopila los textos de las lecturas evangélicas según el orden litúrgico, estarán colocados junto a la tumba de San Pedro, en el interior de la basílica donde hoy comenzará la ceremonia y serán llevados hasta el exterior, donde se celebrará la misa.
El palio es una prenda que se coloca sobre los hombros del papa, confeccionada con lana de cordero, que simboliza al Buen Pastor, la imagen bíblica que representa a Jesús que va en busca de las ovejas perdidas. Tiene impresas seis cruces rojas, que representan la sangre que derramó el Señor en su pasión y muerte.
Luego el cardenal decano, Angelo Sodano, le ofrecerá el tradicional anillo del pescador, que se fabrica a nuevo con cada papa y se destruye tras su muerte o se inutiliza como fue en el caso de la renuncia del papa emérito Benedicto XVI.
Con la imagen de San Pedro portando una llave, el anillo fue realizado en plata dorada y el modelo pertenece al escultor italiano Enrico Manfrini, fallecido en 2004, quien entregó el diseño al también fallecido monseñor Pasquale Macchi. El maestro de celebraciones litúrgicas, monseñor Guido Marini, propuso ese modelo junto a otros dos y Bergoglio eligió el del artista conocido como “el escultor de los papas”.
Una breve charla con su hermana
De los cinco hermanos Bergoglio, solo viven dos. Jorge, recién electo Papa, y su hermana María Elena, que vive en Ituzaingó, Buenos Aires.
La hermana del Papa no pudo ponerse en contacto con él hasta el sábado.
Hablaron unos minutos. “Me dijo: "Decile al resto de la familia que estoy bien. No puedo llamar a todos porque fundo las arcas del Vaticano'”.
Durante la conversación, Jorge le comentó que “las cosas se dieron así. No me podía negar”, relató la mujer.
“Jorge es once años mayor que yo. La gente insiste en preguntarme anécdotas de su infancia, pero no tengo ninguna porque no la viví. Él era muy protector, muy cariñoso. Siempre lo ha sido porque nuestro padre se murió joven, a los 51 años. Estoy orgullosa y contenta por Jorge”, dice María Elena y sonríe cuando se acuerda de algunas de las diabluras que el Pontífice hacía con su hijo, que también se llama Jorge.
Los zapatos del Santo Padre
El Papa Francisco sigue sorprendiendo con sus muestras de humildad, y una prueba más de ello es su calzado, ya que a diferencia de su antecesor Benedicto XVI, sigue usando los mismos que tenía cuando era arzobispo de Buenos Aires.
El cardenal que andaba en subte y colectivo y que ahora llegó a Papa, no usa los habituales zapatos rojos, empleados por Benedicto XVI.
Cabe recordar que Joseph Ratzinger tenía dentro del Vaticano a un zapatero peruano llamado Antonio Arellano que le confeccionaba a medida su calzado.