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Bergoglio ya tiene sucesor en Buenos Aires: Mario Poli

Miércoles, 27 de marzo de 2013 22:31
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La información causó sorpresa. Había muchos nombres circulando, pero no ese. El papa Francisco designó ayer al obispo de La Pampa, Mario Poli, como su sucesor al frente de la arquidiócesis de Buenos Aires.

La designación formal se conocerá hoy, jueves santo, a través de la Nunciatura Apostólica y su publicación simultánea en Roma y Buenos Aires, pero trascendió ayer desde distintas fuentes.

Con la elección de Poli, el papa Francisco vuelve a sorprender desde el Vaticano, dejando en el camino a los postulantes que se venían mencionando con insistencia para reemplazarlo en Buenos Aires, como el obispo de Corrientes, Andrés Stanovic; el de Gualeguaychú, Jorge Lozano; el de Avellaneda, Rubén Frassia.

Días atrás se había nombrado en forma temporal a cargo del Arzobispado a uno de los obispos auxiliares de la ciudad, monseñor Joaquín Sucunza, quien presidirá los oficios de Semana Santa.

Como el arzobispado de Buenos Aires es una sede primada con impronta cardenalicia, se descarta que el futuro arzobispo porteño sea creado más adelante cardenal y se convierta así en el primado de la Argentina, como lo fue Jorge Mario Bergoglio, el actual papa Francisco.

La elección de Poli no iba a ser anunciada hasta hoy y la filtración incomodó a la Nunciatura, desde donde se informó de manera escueta que “todavía no hay obispo electo para Buenos Aires”.

Hay un acuerdo bilateral

Fuentes eclesiásticas recordaron que mediante un acuerdo bilateral de 1966, la Santa Sede informa a modo de “cortesía”, y pidiendo el “sigilo” correspondiente, todo nombramiento con dos días de anticipación a las autoridades políticas del país. No es la primera vez que el Gobierno filtra una información violentando acuerdos diplomáticos.

En 2006 se apresuró a anunciar la dimisión de monseñor Joaquín Piña, a fin de desprestigiarlo en plena campaña electoral para evitar la reelección indefinida del gobernador misionero Carlos Rovira y que convirtió después al obispo en el primero en infligirle una derrota electoral al kirchnerismo.

Poli era el “candidato de Bergoglio” a sucederlo en la sede primada, y fue toda una sorpresa dado que había varios nombres en la lista, pero el prelado pampeano no figuraba.

Hombre de su confianza, colaboró como obispo auxiliar antes de ser promovido a la diócesis pampeana de Santa Rosa.

“Es una continuidad del estilo pastoral de Bergoglio”, expresaron desde el arzobispado.

Los pasos de su carrera

En 2002, el papa Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de Buenos Aires, para colaborar con Bergoglio.

Seis años después, Benedicto XVI lo promovió como obispo de Santa Rosa, en medio del escándalo por la investigación judicial del instituto Servi Trinitatis, una orden religiosa acusada de maltrato, trata y comportamiento “sectario”.

En la Conferencia Episcopal Argentina es presidente de la Comisión de Catequesis y Pastoral Bíblica, y además de asesor nacional de los scout católicos.

Será el duodécimo arzobispo y vigésimo séptimo diocesano de Buenos Aires, una sede primada que lo convertirá, en el mediano plazo según se especula, en cardenal.

Saludos por Semana Santa

El Papa saludó ayer a empleados de la Santa Sede que participaban de una misa en la basílica de San Pedro, a quienes les pidió que rezaran por él y les deseo que tengan una “buena Pascua. Quiero agradecerles por su trabajo en el Vaticano, a veces desapercibido, no se ve, pero camina”, les dijo el papa, quien apareció hacia el final de la celebración en San Pedro, cuando el vicario general del papa, el cardenal Angelo Comastri terminaba de oficiar la misa.

En un breve saludo, Jorge Bergoglio les contó una anécdota del beato Juan XXIII, según informa Radio Vaticana en su sitio web.

“Una vez, un embajador le preguntó: Santidad dígame: ¿cuántos empleados trabajan en el Vaticano?. La mitad, respondió el Papa. Estoy seguro que ustedes son de aquella mitad que trabaja. Muchas gracias!”, les dijo ante la emoción de todos.

Para terminar, Francisco agregó su habitual petición: “Quiero pedirles que recen por mí: tengo necesidad porque yo también soy pecador”, les dijo a los emocionados trabajadores de la Santa Sede que saludaron y vivaron al Papa.

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