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La reforma judicial que impulsa el Gobierno, y que la semana próxima ya tendría media sanción, se transformó en una de las controversias más importantes de los últimos años. “Los jueces no son una corporación, sino un Poder Judicial establecido por la Constitución nacional. Quien ha fijado que sean los jueces los que elijan a sus representantes es la Constitución”, dispara el presidente de la Asociación de Magistrados al ser consultado por los cambios que se vienen. En una entrevista con El Tribuno, José María Cabral sostuvo que la elección de los jueces que integran el Consejo de la Magistratura por voto popular provocará una “partidización general” de la Justicia. Además, señaló que “la creación de Cámaras de Casación como tercera instancia va a crear una prolongación de los procesos”.
¿Qué análisis hace de la reforma judicial que impulsa el Gobierno?
Tiene varios proyectos la reforma, pero yo diría que ninguno de ellos sirve para mejorar el servicio de justicia. El del Consejo de la Magistratura es quizá el caso más relevante, ya que es un órgano constitucional que la ley regla de que manera se integra. La propuesta que se ha hecho para la selección de los consejeros, jueces y abogados es lisa y llanamente contraria al texto constitucional, que claramente habla de representación de los jueces y de los abogados de la matrícula federal. Esto implica que, obviamente, sean los representados quienes los elijan. Ese punto realmente es preocupante, pero también lo es la forma de elección, ya que al estar todos en listas va a haber necesariamente trece nombres que van a ser elegidos junto con el partido que obtenga circunstancialmente más votos. Por lo tanto, de ninguna manera va a haber ese equilibrio del que habla la Constitución. Además, se establecen mayorías simples a los fines de resolver cuestiones tan trascendentes que llevaron en su momento a la entonces senadora Fernández de Kirchner a explicar por qué debían ser especiales las mayorías para acusar a un juez o para seleccionar a una terna de candidatos.
El hecho de que a partir de la reforma vaya a haber mayorías simples en el Consejo de la Magistratura, ¿cree que actuará como una advertencia a los jueces a la hora de firmar sus sentencias?
No lo sé. Es en todo caso una organización incorrecta de un órgano que tiene por expresada intencionalidad la de crear un equilibrio a los fines de obtener determinadas decisiones. Lo dice la Constitución misma. Creo que también es un grave error la exclusión de la Corte del Consejo de la Magistratura y también de la participación de la Corte en todo lo relativo a la administración. Además, me parece que es errado que la Corte no intervenga en todo lo relativo a personal y que la selección no se haga bajo la reglamentación de la Corte. Está bien que haya formas de asegurar que quienes tienen igualdad de capacidades tengan igualdad de oportunidades para ingresar, pero esto debe ser para toda la función pública y no solo para la justicia. El Poder Ejecutivo tiene 700 mil empleados, mientras que el Judicial tiene 23 mil, así que la diferencia es sustancial en cuanto a la incidencia que tiene con respecto a la participación ciudadana en el quehacer de los órganos constitucionales.
La Presidenta argumenta que los cambios en la Magistratura apuntan a disolver la “corporación judicial” que hay en el Consejo...
Los jueces no son una corporación, sino un Poder Judicial establecido por la Constitución nacional. Quien ha establecido que sean los jueces los que elijan a sus representantes es la Constitución. Hablar de corporación para de esa manera atacar al Poder Judicial es contrario al espíritu de la Constitución, que lo que ha hecho es crear un poder del Estado.
¿Considera que el objetivo de fondo de la reforma es que el Poder Ejecutivo avance sobre el judicial?
No quiero hacer especulaciones sobre las intenciones. Lo que veo es que se proclaman finalidades que no se logran a través de estas reformas. Lo importante de la reforma de la Justicia es que la gente pueda acceder a tener rápida respuesta a los reclamos que pueda hacer para hacer valer sus derechos, y eso de modo alguno se logra con todo esto.
De hecho, la creación de nuevas Cámaras de Casación parecería ir en sentido contrario a una mayor agilidad de la justicia...
La creación de Cámaras de Casación como tercera instancia y no como segunda va a crear una prolongación de los procesos, en lugar de facilitar una rápida resolución para el justiciable, que es en definitiva lo que debemos perseguir.
Si se aprueban estas leyes, ¿cree que habrá un cambio en el sistema político que hoy rige a la Argentina?
Acá hay una propuesta de que los consejeros jueces sean elegidos por la vía de los partidos políticos. Esto aparte de la partidización general que provocaría en el Poder Judicial, también llevaría a ver de manera distinta a los jueces, porque entonces los jueces ya estarían signados por el color de los partidos. Obviamente ya no existiría esa presentación de que el juez está por encima de la posición política que pueda tener. No se trata de que los jueces no tengan posición política, en todo caso lo que no pueden hacer es tener adhesiones partidarias y participaciones partidarias. Y deben actuar con imparcialidad aún ante la simpatía política que puedan tener. Esto desaparece si quedan agregados y por lo tanto comprometidos con un proyecto político de Gobierno. Eso ya me parece un error. Pero además convocar a elecciones generales a los jueces lleva a que, si no van con un partido político y arman uno, tendrían que buscar apoyos económicos externos y ser patrocinados de distintas maneras. Eso va a crear más sospechas sobre ellos.
¿Cómo evalúa la limitación por seis meses de las medidas cautelares que impone la reforma?
La verdad es que todavía no he visto en detalle el proyecto relativo a medidas cautelares. Lo que puedo decir es que la Constitución y los tratados internacionales establecen que debe prestarse una tutela judicial efectiva en resguardo de los derechos de las personas. Diga lo que diga la ley, en definitiva siempre va a ser una obligación de los jueces asegurar esa tutela que resguarde el derecho que puedan tener los particulares. Después hay otras cuestiones que no advierto que tengan alguna modificación de algo especial. Afirmar hoy en día que se deben publicar los fallos de la Corte es una barbaridad. La Corte hace ya tiempo viene publicando en el día los fallos o acordadas que saca digitalmente.
Cuando presentó el proyecto para que los secretarios judiciales sean elegidos por concurso, Cristina dijo que muchas veces los jueces no trabajan y delegan todo en su secretario. ¿Ocurre eso?
No, de ninguna manera. Es cierto que hay delegaciones en la justicia, sobre todo cuando hay procedimientos escritos. Pero el procedimiento oral, además de que obliga a que en la audiencia esté el juez, lleva también a una decisión inmediata de parte del juez mismo. De ninguna manera los jueces no trabajan. Me parece una acusación gratuita.