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El ejercicio físico también ayuda a comer saludable

Martes, 21 de mayo de 2013 10:33
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¿Por qué la tendencia a seguir una dieta sana y a realizar cantidades de ejercicio físico adecuado suelen ir acompañadas? No es casualidad. Un nuevo estudio revela que el aumento en los niveles de actividad física se asocia con una mejoría en la calidad de la dieta.

“La actividad física parece tener una función facilitadora de conductas alimentarias encaminadas al seguimiento de una dieta sana”, explica Miguel Alonso Alonso, investigador de la Universidad de Harvard (EEUU) y coautor del estudio. El ejercicio aporta beneficios como el aumento de la sensibilidad a las señales fisiológicas de saciedad, lo que influye en un mejor control del apetito, pero también modifica las respuestas placenteras a los estímulos de comida. Por tanto, los beneficios se podrían dividir en aquellos que ocurren a corto plazo -de predominio metabólico-, y los que aparecen a largo plazo -de predominio conductual-.

Por otra parte, la actividad física regular produce cambios en la función y estructura del cerebro. Los expertos apuntan que estos cambios parecen tener cierta especificidad. “La práctica de ejercicio de manera regular mejora el rendimiento en las pruebas que miden el estado de las funciones ejecutivas y aumenta la cantidad de sustancia gris y las conexiones en zonas prefrontales del cerebro”, sostiene el investigador de Harvard. Entre las funciones ejecutivas destaca el control inhibitorio, es decir, la capacidad de suprimir respuestas inadecuadas o no acordes con un objetivo.

En otras palabras, el ejercicio físico nos hace menos impulsivos, de modo que nos resulta más fácil modificar una conducta o autorregularla, por ejempo para perder peso y mantenerlo a largo plazo.

“El control inhibitorio también podría prevenir la ganancia de peso en personas sanas, porque ayuda a resistir las múltiples tentaciones alimenticias que aparecen cada día en esta sociedad donde la comida, sobre todo la hipercalórica, está cada vez más omnipresente, subraya Alonso Alonso.

Más inteligentes

Los jóvenes que practican ejercicio físico regularmente tienen un cociente intelectual más alto (CI) y son más propensos a estudiar en la universidad, según se desprende de una reciente investigación de la Academia Sahlgrenska en Suecia.

Los efectos positivos se notan sobre todo en el pensamiento lógico y la comprensión verbal.

“Estar en forma implica que además de tener un corazón fuerte y gran capacidad pulmonar, tu cerebro recibe gran cantidad de oxígeno”, explica Michael Nillsson, coautor del estudio, que se ha basado en más de un millón de sujetos, entre ellos varias parejas de gemelos.

Por otra parte, el estudio muestra que si el ejercicio se practica con regularidad entre 15 y 18 años, el rendimiento cognitivo aumenta, lo que sugiere que la educación física debería jugar un papel clave en las escuelas. A esto se añade que se ha comprobado que, entre los sujetos estudiados, aquellos que estaban en forma a los 18 años tenían más probabilidad de acceder a estudios superiores y obtener puestos de trabajos cualificados que el resto.

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