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Una insólita protesta en solitario y posterior amotinamiento de un penado de villa Las Rosas, quien se hallaba junto a su pareja en una visita íntima, mantuvo en vilo a las autoridades del penal, a los familiares del preso y a dos reclusos que, por la actitud de su compañero de celda, quedaron fuera de ésta hasta las 23.30 del domingo.
El insólito caso comenzó poco después de las 12.30 del domingo, cuando el preso (33) recibió la visita de su compañera (31) en su propia celda, acondicionada para una visita íntima.
A las 18.30, el interno, que cumple una pena de cadena perpetua, comunicó a los celadores que había decidido amanecer amándose con su pareja, por lo que solicitó la presencia del director del penal.
Una hora después se apersonó un inspector penitenciario, quien fue notificado verbalmente por la pareja de continuar con la visita íntima.
Poco más tarde llegó el director del penal y dialogó por espacio de una hora con el interno, pero éste aseguró que seguiría junto a su pareja “pase lo que pase”.
“Le dieron una hora más para que razone y satisfaga su deseo carnal”, dijo ayer al El Tribuno un empleado del SPP. Transcurrido ese tiempo se hizo presente la madre del interno y su hermana quienes le explicaron que podía tener inconvenientes en el puntaje de su legajo.
El interno insistió en la necesidad de tener una noche, solo una, junto a su pareja.
Llegó entonces el juez de Ejecución de Sentencia quien también dialogó con ambos durante varios minutos y dio garantías de seguridad para los dos enamorados.
Hasta ese entonces, dos penados compañeros de la celda donde estaba atrincherado el enamorado reo junto a su concubina, esperaban por horas el desalojo de la misma para poder pernoctar. Cerca de las 23, después de las súplicas de su madre, el interno y condenado a cadena perpetua abrió la puerta y se entregó junto a su mujer, con quien tiene dos hijos. La joven fue conducida a la comisaría 9, donde se le labró un acta penal.
En tanto, se abrió un sumario interno por la actitud del penado. Una fuente del SPP aseguró: “fue un motín, pero el verdadero motivo esta vez, por suerte, fue el amor”, dijo.