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1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Muchas dudas sobre la muerte del chico que se tiró del auto

Viernes, 21 de junio de 2013 22:52
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La extraña muerte de Marcos Federico Ortega, de 25 años, ocurrida la madrugada del lunes pasado, lejos de permitir que descanse en paz se fue llenando de dudas, que van creciendo en torno a lo relatado por las partes involucradas en el hecho.

Según la Policía, la muerte de Ortega ocurrió en la circunvalación sureste a pocos kilómetros del ingreso a Cerrillos, cerca de las 4 de la mañana. Tras discutir con su novia Miriam Guaymás (33) -y según lo relatado por la mujer-, el joven se arrojó del Chevrolet Corsa, propiedad de ella, en el que viajaban.

La mujer asegura que Ortega manejaba al momento del accidente, aunque la Policía afirma lo contrario. Si él manejaba, ¿por qué el auto no se estrelló?. Si no maneja, ¿Por qué la mancha de sangre en el asfalta se ubica del lado del conductor y no del acompañante?

Los padres de Marcos, Rodolfo Ortega y Stella Orozco, creen que alguien mató a Marcos.

“Es imposible que él haya ido manejando porque si se hubiese tirado con el automóvil en movimiento, el coche tendría que haber derrapado unos metros más adelante, pero estaba estacionado al lado de mi hijo”, dijo su madre.

“Marcos llegó con muerte cerebral al hospital San Bernardo y tras su fallecimiento, los médicos nos dijeron que averigüemos bien qué era lo que había pasado con él, porque a ellos no les cerraba el caso”, agregaron.

Además, los padres de la víctima aseguraron que el joven no tenía raspón alguno en el cuerpo y que solamente presentaba un tajo profundo a la altura del cerebro, como si se tratase de un solo golpe certero.

Pese a las dudas, el cuerpo fue rápidamente sometido a una ablación para proceder a donar sus órganos.

“Estamos seguros que nuestro hijo no iba manejando ni tampoco iba del lado del acompañante. Pero si puede haber ido atrás, del lado del conductor y que alguien lo haya matado”.

La novia

Miriam Guaymás admitió haber sido pareja de Marcos durante más de un año, pese a que él tenía otra novia. “La familia de Marcos nunca me aceptó y esas presiones lo llevaron a quitarse la vida”, dijo ayer a El Tribuno. “Esa noche fuimos a dejar a unos amigos a un boliche en Salta capital y cuando regresábamos, él quiso chocar en varias oportunidades. Es más, me abrió la puerta para que yo también me arrojara del vehículo” contó. Miriam dice que no vio cuando Marcos se tiraba, porque “iba rezando”. Tampoco explicó por qué el coche no se estrelló.

“Marcos se mató”

Tras el hecho, Miriam intentó comunicarse con la familia del joven, pero fue un amigo de Marcos quien arribó a su casa y contó lo ocurrido. Minutos más tarde, su familia intentó comunicarse con el celular del chico, pero los atendió Miriam. “A los gritos nos dijo que Marcos se mató y luego nos colgó”, cuentan ellos.

Marcos murió horas después en el hospital San Bernardo. La autopsia que determinó traumatismo encéfalo craneal grave y muerte cerebral. Sus órganos fueron donados de in mediato.

Investigación bajo sospecha

La investigación, en virtud del nuevo Código Procesal Penal, está a cargo del fiscal Federico Gabriel Portal. El relato de los padres de Marcos Ortega indica que empezó muy mal. El funcionario no ordenó someter a pericias el auto, las ropas y los celulares. “Tenemos las prendas de vestir que él llevaba al momento de morir y también su teléfono celular. Además, nos enteramos que la mujer lavó el automóvil después del hecho y solo prestó declaración ante la Policía de Cerrillos”, contaron.

Existe otro elemento que genera interrogantes. “Marcos era remisero y según sus compañeros, ese día salió con varias personas además de Miriam Guaymás”, contaron los padres. “Ahora le pediremos al fiscal Portal que cite a declarar a los remiseros y a los amigos que viajaron con él”.

La familia no logra explicarse cómo se aceptó la hipótesis oficial. “El cuerpo no muestra raspones y hay una sola mancha de sangre. Nadie se mata si cae de un auto que marcha a paso de persona. Y hubiera ido rápido tendría golpes en todo el cuerpo”. La impericia recuerda el caso Trogliero, en el barrio El Huayco: no se secuestraron el auto del homicida, la ropa ni el celular de la víctima. Tampoco se sabe aún qué pasó. El fiscal Portal, ayer, no respondió las lla madas.


 

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