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?No nos gusta como están llevando la investigación?

Jueves, 27 de junio de 2013 13:37

Los padres de Marcos Ortega, el joven de 25 años que murió el 17 de junio pasado al golpear su cabeza con el asfalto de la circunvalación sureste, están desconcertados.

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Los padres de Marcos Ortega, el joven de 25 años que murió el 17 de junio pasado al golpear su cabeza con el asfalto de la circunvalación sureste, están desconcertados.

Los relatos de Miriam Guaymás, la mujer que viajaba con él y asegura que fue el hombre quien decidió quitarse la vida al abrir el automóvil y tirarse, no les cierra, pero tampoco les conforma la investigación llevada a cabo Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) y el propio fiscal Penal, Federico Gabriel Portal.

“No solo nos enteramos que la mujer lavó el vehículo (hecho que luego fue desmentido por Guaymás), sino que además nadie secuestró los elementos de pruebas como son las prendas y los celulares de Marcos y de Miriam”, dijeron Stella Orozco y Rodolfo Ortega a El Tribuno.

“No nos gusta como se está llevando la investigación y por eso nos presentamos, junto a nuestro representante Santiago Pedroza, ante la fiscalía, y pedimos una serie de diligencias. Entre ellas, que se perite el celular de Marcos, se pida su historia clínica y se cite a declarar a los médicos que en el hospital nos dijeron que investiguemos bien lo que había pasado” reclamaron.

Para reforzar el argumento de los padres, cabe destacar que además de una nueva ineficiencia por parte del CIF, algunos medios oficiales intentan desviar la investigación del caso.

Horas atrás, un medio sostenido por la Procuración de la Provincia publicó una nota en la que claramente embarra la realidad de lo sucedido. Ese matutino mostró la fotografía de un vehículo volcado en otra ruta y aseguró que así había quedado el Chevrolet Corsa tras el suceso, cuando eso nunca ocurrió.

Pedido de detenciones

El entorno de la víctima solicitó individualizar y detener a las personas que habían estado con el joven antes de que se produzca el hecho.

“Queremos que la Brigada de Investigaciones se haga cargo del caso porque es una muerte dudosa”, agregaron.

Por su parte, un integrante del Brigada de Investigaciones aseguró a este medio que “las actuaciones las tiene la fiscalía” y según dijo, no hubo participación de ellos en este hecho.

Cabe recordar que según se dejó en constancia en la Policía, el hecho se produjo el lunes a la madrugada, después de las 3, cuando Marcos Ortega y Miriam Guaymás regresaban a Cerrillos después de dejar a un grupo de amigos en inmediaciones de la Terminal de ómnibus de esta capital.

Luego, tomaron por la Circunvalación sureste y antes de llegar al empalme con la ruta nacional 68, el joven se arrojó del automóvil marca Chevrolet Corsa en la cinta asfáltica.

El hombre llegó al hospital San Bernardo con muerte cerebral y, tras su fallecimiento a causa de un grave traumatismo encéfalo craneal, sus órganos fueron donados rápidamente.

La familia del joven sostiene que “alguien golpeó a Marcos y lo mató, porque es imposible que él se haya tirado manejando. No rodó ni tenía raspones, solo un golpe certero en la cabeza” explicaron .

Las dudas también están puestas en el primer relato, ya que según informó la Policía, Guaymás era quien manejaba cuando ocurrió el hecho y luego la mujer lo desmintió por completo.

Sin embargo, la mancha de sangre de Ortega se encuentran del lado del conductor y por eso sus padres creen que Marcos Ortega viajaba en el asiento de atrás cuando alguien lo golpeó y tiró en el piso.

Recién ayer, nueve días después de lo ocurrido, el CIF recibió los elementos aportados por voluntad propia por la familia de Ortega.

 “No vi cuando se tiró del auto”

La otra protagonista de la historia y apuntada por el entorno del joven fallecido, Miriam Guaymás, recibió ayer a El Tribuno y relató su versión de los hechos.

“Esa noche Marcos vino a verme y me dijo que estaba contento porque había trabajado bien (en la remisera San José) y que quería salir a bailar”.

“Después volvió a mi casa y dijo que estaba mal. Yo hasta ese momento no sabía que le pasaba, pero igual salimos”.

“Ya en Salta capital él empezó a ir a toda velocidad, no frenaba en los semáforos en rojo y frenaba fuerte”.

“Antes de entrar al boliche él me dijo que no quería ir a bailar y que quería que nos quedemos solos, pero yo no quería, entonces amenazó con pegarme”.

La mujer agregó que convenció a sus amigos que se vayan solos y ella continuó el viaje con Marcos Ortega, quien le dijo que “tenía muchos problemas”.

“A la vuelta fue peor, porque iba rápido y no esquivaba los baches. Me preguntaba en cuál poste quería que choquemos y yo le pedía que se deje de "hinchar'”.

“Cuando tomamos el camino de Parque La Vega (rumbo a San Agustín), me traumé por todo lo que decía y cuando agarramos la circunvalación, abrió la puerta y también pidió que yo me tire y nos matemos juntos”.

“Luego, arrastró su pie y me dijo que "cuando llegue a 80 -kilómetros por hora- me voy a tirar'. Después sentí viento y cuando me fijé, Marcos ya no estaba. No vi cuando se tiró ni escuché nada. Detuve la marcha y volví a pedir ayuda”, cerró. 

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