PUBLICIDAD

¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
25°
17 de Septiembre,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

A mi gran maestro, mi hijo Robertino

Domingo, 21 de julio de 2013 12:18
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La vida te da sorpresas y los milagros ocurren... “milagro” puede ser aquel que nada cura pero enseña a vivir extraordinariamente con todo en contra.

Robertino cumple 18 años y venció todos los pronósticos desalentadores.

La fe mueve montañas y eso nos mantuvo firmes, como mandato de Dios, de que todo es posible.

La esperanza es una gracia que recibimos también, de Dios, porque cuando llega la carga, enseguida llega esa gracia, a la que debemos agregar nuestra voluntad, no para chocar con cada obstáculo sino para vencerlos.

Nunca fuimos amenazados por encima de nuestras fuerzas, evitamos siempre la queja porque eso nos debilitaba y buscamos en cada desafío dejar alguna huella, no permitimos que las circunstancias arruinen nuestras vidas, todo lo contrario, intentamos enriquecerla.

Fuimos bendecidos con un hijo especial, que a partir de sus 10 añitos nos enseñó a vivir mientras él iba perdiendo sus capacidades y aún en un silencio total en que quedó su vida, nos regaló alegrías que se multiplicaron, como también nos mostró caminos de dolor, propio y ajenos que pudimos compartir y así se dividieron; y otros dolores madurarán como fruta de estación a las que hay que darles tiempo.

Desde el comienzo el miedo nos mostró tres caminos: la huida, la parálisis y la lucha...

Rober nos enseñó también a luchar y seguimos con él timoneando.

Robertino es como una luciérnaga que nos alumbra... su luz que titila nos permite, para siempre, vivir iluminados.

María Cecilia Viglione Su mamá

Nota de la Redacción: Robertino Zilli es un joven al que conocimos hace unos años cuando su papá, Miguel, hizo un llamado desesperado para conseguir una medicación conocida en el mundo como “Aceite de Lorenzo”, indicado para el tratamiento de la Adrenoleucodistrofia, una enfermedad que lo afectó desde los 10 años.

Hasta ese momento Robertino era un chico que estudiaba en el Bachillerato Humanista con excelentes calificaciones, jugaba con sus amigos y peleaba con su hermana. El diagnóstico de la enfermedad se hizo esperar y fue perdiendo sus capacidades. Contra todos los pronósticos, este maestro (en el sentido más filosófico del término), cumple hoy 18 años. Lo sostienen el amor y los cuidados de su familia.

Hoy, los Zilli celebrarán otro año de Robertino y cada lector guardará un pensamiento generoso en su alma. Porque hay historias que nos invitan a entrar y después de conocerlas, nada es lo mismo.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD