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Francisco, el primer papa latinoamericano, tuvo un vibrante recibimiento el lunes en Rio de Janeiro en su primera visita al continente, donde decenas de miles de peregrinos brasileños y extranjeros lloraron y gritaron a su paso en papamóvil semidescubierto.
El papa lanzó un llamado a los jóvenes a evangelizar, y les pidió que "vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible, y creen un mundo de hermanos y hermanas", en un país donde cientos de miles de jóvenes protagonizaron en junio históricas protestas contra la corrupción de los políticos y por servicios de calidad.
Una manifestación de cientos de personas que protestaban por el gasto público de su visita cerca del palacio Guanabara, donde el papa se reunió con la presidenta Dilma Rousseff, fue dispersada por la policía tras su partida del lugar con gases lacrimógenos y chorros de agua, constató la AFP.
Un fotógrafo de prensa fue herido y yacía en la calle, su cabeza sangrando abundantemente.
El papa argentino, de 76 años, presidirá en Brasil, el país con más católicos del mundo, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), del 23 al 28 de julio, a la que asistirán un millón y medio de personas. (AFP-NA)