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Cuando todavía la Justicia está investigando las causas de la muerte de los dos hinchas de Boca -en un enfrentamiento entre barras por el poder de la “12”- la locura nuevamente se hizo presente ayer en el ámbito del fútbol.
El incidente ocurrió en el club Juventud Unida, lugar donde la academia inauguraba la filial Bernal. Sobre el final de la reunión unos 50 violentos identificados con atuendos de Independiente irrumpieron en el lugar con palos y cuchillos y amenazaron a todos los presentes, entre los que había unos 15 menores de edad con sus padres. Los salvajes provocaron desmanes, robaron varios elementos de la filial y lastimaron gente. Uno de los heridos recibió seis puntos de sutura en la cabeza a causa de la agresión y por suerte está fuera de peligro.
Según cuentan los testigos, el brutal ataque se atribuye a una “cargada” que había surgido en los últimos días en la estación de tren de la zona: allí habían pintado una “B” con letras rojas y varios barrabravas aprovecharon la ocasión para buscar “revancha” ayer tarde con sus propias manos. Una auténtica locura.
Otros tantos socios fueron salvajemente golpeados por los delincuentes y el día no fue realmente como lo hubieran imaginado. Un rato más tarde, en la cuenta oficial de Twitter de la filial apareció una reflexión: “Gracias a todos por los mensajes, estamos todos bien. Podría haber sido peor porque entraron con cuchillos y cadenas. Esto nos da más fuerzas para seguir, que lo sepa todo el mundo”. En tanto, el secretario de la institución racinguista, Leandro Rodríguez Hevia, explicó que no hicieron ninguna denuncia porque la agresión se consumó “fuera de las instalaciones del club” y agregó además que fueron robados “equipos de música y ropa deportiva, entre otras cosas”.
Este hecho violento se suma a las amenazas del “Bebote” Alvarez contra Javier Cantero. El barra del rojo se dirigió el viernes a la sede el club para entregarle en persona al presidente una nota en donde le “exige” que lo borre del derecho de admisión.