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El caso del intendente de Salvador Mazza, Carlos Villalba, puso al desnudo el accionar de un funcionario que se sintió intocable, todopoderoso, porque ganó elecciones y por el apoyo que siempre le dio el Gobierno a pesar de su controvertida gestión. Las denuncias por corrupción, malversación de fondos, incumplimiento de sus deberes de funcionarios y los cuestionamientos por el estado de abandono a que tiene sometido a su pueblo, han sido moneda corriente.
“El Gobierno le dio demasiada rienda y estas son las consecuencias”, fue el comentario de muchos vecinos de la localidad fronteriza, quienes nunca entendieron porque jamás lo llamaron a la orden. La noticia de que Villalba fue sorprendido en un inmueble de la capital salteña donde se reclutaba a mujeres para ejercer la prostitución no sorprendió a nadie en Salvador Mazza. Quienes conocen al jefe comunal aseguran que el hombre siempre se movió en el submundo de la noche y que esto se incrementó desde que asumió la intendencia hace seis años.
Lo que los vecinos siempre le han reclamado es que permanece el mayor tiempo del año viajando, con largas permanencias en Buenos Aires y Salta capital, dejando librado el manejo de la intendencia a dos hombres de su entera confianza: los hermanos Calvo. El argumento de Villalba es que sus viajes obedecen a trámites para conseguir mejoras en beneficio del pueblo. Sin embargo desde que está a cargo de la intendencia, esas mejoras no se ven.
A partir de los sucesos en que se vio envuelto el intendente, en la localidad norteña reina una tensa calma y la expectativa está centrada en la decisión que tomará el gobernador Juan Manuel Urtubey, luego de los anuncios de pedidos de intervención del municipio que comenzaron a llover de todos lados. Los medios radiales de la frontera sostienen que la intervención es inminente ya que a la luz de los acontecimientos, a Urtubey no le queda otra alternativa que soltarle la mano a su protegido, al que no supo controlar y al que le perdonó todo. Consideran que el martes será el “día D” para Villalba, y para avivar más el fuego, una vez más, en la comuna no habrá actividad laboral porque los trabajadores iniciarán un paro por atraso salarial.
Pedirían la destitución
Los concejales de Salvador Mazza, aparentemente, hicieron un pacto de silencio a la espera de lo que resuelva el gobernador Urtubey. Se excusaron de realizar cualquier tipo de declaración por considerar que el caso debe ser resuelto en las más altas esferas del poder. No obstante trascendió que los opositores Alfredo Palacios, del Movimiento Evita, y Ricardo Ruiz y Eulogio Antesana, del Frente Grandes, tienen decidido pedir la destitución lisa y llana del intendente Villalba.
Lo harían durante una sesión especial que convocarían para el próximo martes o miércoles. El entorno político al que pertenece Villalba, también se llamó a silencio y como respuesta a lo sucedido cerraron las puertas de la sede y de los lugares donde solía frecuentar. “El golpe que hemos recibido ha sido muy duro y creemos que lo mejor es esperar lo que se resuelva el Gobierno”, expresó un allegado al municipio que pidió reserva.