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Traté de encontrar la manera de emitir una opinión sin herir suceptibilidades, pero no hay manera. Pienso que la Sociedad Protectora de Animales de esta ciudad (A.P.A.N.) antepone su idealismo a la realidad que no puede ser que un lamentable hecho en contra de un can en la Plaza Central de Salta Capital impida que las autoridades cumplan con su deber, es decir, erradicar las jaurías de perros que pululan frente a casas bancarias, negocios y hasta en el atrio de la Catedral, en medio de niños que asisten a rezar en estos tiempos del Milagro. Y no se trata de dos o tres canes, pues el día 13 del corriente a las 17 aproximadamente pude visualizar (y registrar fílmicamente) un total de 12 (doce) animales y todos de gran porte, unos descansando en la plaza, otros en las veredas y hasta en medio de las mesas de las confiterías.
El altruismo está bien siempre y cuando no vaya en detrimento de la seguridad de las personas, porque si esto sigue así, los animales habrán ganado la batalla y desterrarán a los humanos del centro de la ciudad.
Son perros vagabundos y hambrientos, que lamentablemente nadie en su sano juicio adoptará como mascotas, por el peligro cierto que representan.
Abel Nicanor Cuyupari
Bº San Ignacio - Salta