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La leche, el pan y la carne subieron hasta 300% en los últimos cinco años. Se trata de productos de la canasta básica de alimentos y son los mercados en los que más intervino el Estado.
Los salarios no se actualizaron a ese ritmo.
Pese a la negación del Gobierno, la inflación en productos de la canasta básica alimentaria alcanza cifras inusitadas. Los precios de la leche, el pan y la carne, se tratan de los tres mercados en los que intervino fuertemente el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para sostener bajos los precios. No lo logró.
En 2008 el sachet de leche salía $1,80, el kilo de asado no llegaba a $13 y el pan 2,49 pesos.
En esa realidad, que hoy ya suena a un cuento de fantasía, vivían los argentinos en 2008, previo a la media década de alta inflación que llevó esos números a casi el triple en la actualidad.
La conclusión surge de tomar los precios de 86 alimentos y bebidas relevados en julio de 2008 por las asociaciones de consumidores Adecua y Consumidores Libres en supermercados porteños, y compararlos con los valores registrados el mes pasado en los mismos comercios. Datos que, con pocas diferencias, son ratificados por entidades empresarias sectoriales.
El caso de la leche está entre los más críticos. Hace cinco años, el sachet se vendía a $ 1,85 y $1,80, según Adecua. Ahora, en cambio, cuestan 297% más: $7,35 y $7,15 respectivamente, casi el cuádruple.
Lo que sucede con el pan común también es llamativo. En julio de 2008, Consumidores Libres registró que se vendía a $2,49. Eso resulta en una suba del 301% hasta hoy, sólo si se toma el precio del pan de $10 acordado con el Gobierno. Pero si ése no se consigue, como suele pasar, la alternativa más económica sale $16, lo que arroja un aumento acumulado del 543% en cinco años.
En carnes no se llegó a tanto, pero también hubo una disparada. En el súper relevado por Adecua, el kilo de milanesas fue de $12,69 a $49,99 (294%), la tapa de asado de $12 a $40,69 (239%) y el pollo entero subió un 234%.