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El gobierno nacional ya anunció que el aumento de las prestaciones previsionales correspondiente a septiembre de 2013, según lo establecido en la Ley Nº 26.417, será del 14,41%. Un porcentaje, que a simple vista parece poco, teniendo en cuenta el impacto en los bajos salarios del sector pasivo, pero en el análisis global, el sector recibirá en todo el 2013 un porcentaje que se ubica por encima de la inflación que manejan mes a mes las consultoras privadas.
De esta manera el haber mínimo de la prestación por jubilación ascendería de $2.165,00 a $2.476,98.
Para todos
El aumento lo recibirán todos los jubilados y pensionados nacionales y de las ex caja de jubilaciones provinciales transferidas excepto los regímenes de retiro de la policía y del servicio penitenciario. También tendrá el mismo aumento las pensiones no contributivas y los ex combatientes de Malvinas.
Hay otras variables que también se ven afectadas por la movilidad de las prestaciones:
El haber máximo pasaría de $15.861,24 a $18.146,84, destacando que La Prestación Básica Universal (PBU) pasará de $1.022,84 a $1.170,23.
Por otra parte, el máximo salario sujeto a aportes se incrementará de $24.474,00 a $28.000,74.
Cabe destacar que las rentas imponibles de autónomos y los coeficientes de actualización de los salarios (a los efectos del cálculo de los haberes previsionales) también se verán afectados por el mismo índice de movilidad.
Sumado al 15,18% otorgado en marzo de este año, la medida que se anunció significa un incremento anual del 31,78% en los haberes y un aumento en la inversión previsional de $255.368 a $292.192 millones por año. Esto representa una inyección de $36.824 millones adicionales al circuito del consumo, producción e inversión en la economía del país. Cabe recordar que durante el año pasado las jubilaciones y pensiones experimentaron un incremento del 31,05%.
Sin recuperación
Desde la puesta en marcha de la Ley de Movilidad en febrero de 2009, todas las jubilaciones y pensiones crecieron un 259%, superando por algunos puntos el aumento de salarios del sector privado. Sin embargo todavía hay un sector de jubilados y pensionados que no han recuperado el poder adquisitivo que tenían a principios del 2001, ya que por las crisis económica de esa época los haberes jubilatorios de los jubilados que cobraban jubilaciones superiores a la mínima no recibieron ningún aumentos durante el período 2002 al 2006, a diferencias de las jubilaciones mínimas que si fueron incrementadas. La caída del haber de estos jubilados es del orden del 70 % y son los jubilados que en su mayoría se encuentran haciendo juicios de reajuste por el fallo de la Corte en el caso Badaro.
Esta política ha generado un achatamiento muy importante de la pirámide de los haberes previsionales incrementando el porcentaje de jubilados que cobra haberes mínimos del 20 % en el año 2001 al 75 % en la actualidad.
Todavía queda una deuda con nuestros Mayores y el Gobierno nacional debe hacer el esfuerzo de pagar esa deuda recomponiendo los haberes de los jubilados que con muchos esfuerzos realizaron sus aportes previsionales por muchos años de trabajo con la ilusión de que al momento de retirase iban a poder vivir dignamente con ingresos similares a los que tenían en actividad. Deben priorizarse el uso de los Fondos que maneja el ANSES para pagar esta deuda y evitar el desvió de los mismo para otros fines que no son previsionales.