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(Fotos de Rosario Fútbol).
Las frustraciones en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 son heridas abiertas para Javier Mascherano. Antes de salir a jugar contra los belgas tomó la palabra delante de sus compañeros, estaban a punto de salir del vestuario para ingresar al campo de juego y arengó: “Ya estoy cansado de comer mierda”. Ese grito de guerra pareció tocar el corazón de sus compañeros y hasta hizo lagrimear a Messi.
Mascherano sabe que si levanta la Copa en Brasil difícilmente pueda hacerlo en Rusia 2018, torneo al que podría arribar pero con 34 años.<>
El día después de la clasificación a las semifinales, Mascherano volvió a tomar la palabra en conferencia de prensa: “Más allá de que a mi y a Leo (Messi) y Maxi (Rodríguez) nos ha tocado en este tercer Mundial dar un paso adelante, sabemos que todavía falta”. El Jefecito también se refirió a Holanda: “Tienen mucho hambre. Deben tener la sangre en el ojo por lo que pasó en el Mundial pasado (Sudáfrica 2010). Tenemos la ilusión de seguir avanzando; seguirá dependiendo de nosotros y queremos seguir avanzando y jugar la final en el Maracaná”, anheló.
Mascherano luego contó que se comunicó con Neymar, su compañero en el Barcelona. “Lo llamé porque quise darle el mejor mensaje y el ánimo para seguir adelante. Lo noté con la tristeza de no poder seguir jugando”, cerró.
Le piden “neutralidad”
Un alto funcionario brasileño, cuyo nombre no salió a la luz, le pidió al Papa Francisco “neutralidad” de cara a las instancias finales de la Copa. “Me quería pedir un favor, y me dijo: “Neutralidad, no rece por Argentina por que la copa es nuestra”, reveló entre risas el papa argentino.