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El objetivo era claro antes del Mundial, y tanto el DT Alejandro Sabella como sus jugadores lo repetían hasta el hartazgo. “Nuestra meta es volver a poner a la Argentina entre los cuatro mejores”. Y tras haber alcanzado esa exigente vara, y a solo dos estaciones de la gloria, los guerreros albicelestes acomodan su discurso, apuestan fuerte y se animan por primera vez a hablar de final y de Copa. Así lo respaldaron las declaraciones de Gonzalo Higuaín y Ezequiel Lavezzi, en la antesala del gran duelo de mañana contra Holanda.
“El sueño que tenía desde que empezaron las eliminatorias ahora está ahí, está latente”, sostuvo el Pipita. “Es algo muy lindo de vivir, por la gente, por la familia y por nosotros”, añadió. Por su parte, el Pocho lo respaldó y fue más allá: “Lío (Messi) se preparó para esto y nosotros vamos a dejar todo para ayudarlo, tenemos una oportunidad única. Acá tenemos que dar un poco más, porque con lo normal no alcanza. Hay que entender que esto es gloria. Lo individual pasa a un segundo plano. Es poder quedar en la historia. Quere mos la Final”, apostó.