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Yolanda Flores, una vecina de la manzana 9, mira a su alrededor y pide: "Que nos arreglen las calles porque cuando llueve en caso de urgencia no puede entrar ningún vehículo". Ella lo vivió en carne propia.
Otro de los reclamos de los vecinos desde hace varios años es el soterramiento del Tinkunaku, que se desborda en época de lluvias provocando serias inundaciones en un centenar de casas, ubicadas especialmente en la parte baja de la zona. Sin embargo, hasta ahora no hay respuestas al respecto.
Fabiola Mamaní, vicepresidenta del centro vecinal, señaló: "Queremos la canalización y el soterramiento del Tinkunaku debido a que todos los años por lo menos cuatro manzanas que van desde la calle Samuel Quevedo hasta la Canadá, que son la parte más baja del asentamiento y de un pedacito de barrio El Milagro, se inundan cuando llueve. Hicimos las gestiones pero todavía no nos dieron ninguna respuesta".
El Tribuno llegó hasta ese tramo del canal, hoy con yuyos y cubierto de basura. La representante vecinal contó que a veces hay gente que lo limpia pero esto no tiene sentido, dado que después los montículos de desechos se vuelven a desparramar. "Pedimos el desmalezamiento hace dos meses pero tampoco llega", dijo.
La ampliación de Juanita no cuenta con un espacio verde, no tiene una plaza. "Por eso también pedimos que se canalice el arroyo para convertirlo en un lugar de esparcimiento, donde los chicos puedan jugar", explicó la dirigente.
Yolanda vive al lado del canal Tinkunaku y contó que del mismo salen víboras, ratas y alacranes. "Es un nido de alimañas muy peligroso para los niños. Lo tienen que cerrar de una vez. Además, tenemos que aguantar el permanente olor nauseabundo que viene de ahí", relató la mujer de 67 años que en el verano estuvo evacuada un mes en un centro comunitario porque su humilde casa quedó bajo las aguas.