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Una nena de 12 años con retraso mental y dificultades para hablar era abusada desde hacía tiempo y el acusado es un amigo de la familia, quien fue detenido. El hecho sucedió en Profesor Salvador Mazza, en el barrio La Pista.
El caso fue descubierto por un maestro y su aviso generó un rápido accionar que permitió la detención del acusado, quien usaba la confianza que la familia le tenía para acercarse a la menor.
El sujeto -un hombre de 40 años residente en el barrio Ferroviario- no imaginó que un docente de la escuela de educación especial a la que la nena concurre iba a notar los cambios en la chiquita.
Cuando el maestro comenzó a preguntarle qué le sucedía, la inocente nena terminó contándole -a pesar de sus limitaciones- todos los vejámenes que sufría por parte del supuesto amigo familiar.
Apenas el docente confirmó que se trataba de un abuso sexual puso en conocimiento del caso a la dirección de la escuela que, a su vez, dio intervención a la Justicia penal.
Un investigador de Salvador Mazza reveló que "la nena le contó al maestro todo lo que el sujeto le hacía y, a pesar de su dificultad para hablar, lo identificó por su nombre. ""Se llama René'', dijo y con ese dato comenzamos a indagar entre los vecinos y todas las personas que tenían contacto con ella".
La chiquita fue revisada por el médico legal que comprobó que sufría desde hacía mucho tiempo abusos sexuales con acceso carnal.
El fiscal penal Armando Cazón explicó que "por el nombre que dio la nena se indagó entre sus conocidos; solo encontramos dos menores cercanos a la familia y que iban a la casa, pero quedaron descartados desde un primer momento. Finalmente se pudo determinar que un hombre que iba con periodicidad a la casa llevaba el nombre que dio la menor. Con ese dato el sujeto fue detenido por la Policía. Fue indagado y le denegué el pedido de eximición de detención". Cazón explicó que dada la discapacidad y las dificultades para hablar de la niña, pedirá que declare en cámara Gesell con "los recaudos del caso", dijo.
El caso fue descubierto por un maestro y su aviso generó un rápido accionar que permitió la detención del acusado, quien usaba la confianza que la familia le tenía para acercarse a la menor.
El sujeto -un hombre de 40 años residente en el barrio Ferroviario- no imaginó que un docente de la escuela de educación especial a la que la nena concurre iba a notar los cambios en la chiquita.
Cuando el maestro comenzó a preguntarle qué le sucedía, la inocente nena terminó contándole -a pesar de sus limitaciones- todos los vejámenes que sufría por parte del supuesto amigo familiar.
Apenas el docente confirmó que se trataba de un abuso sexual puso en conocimiento del caso a la dirección de la escuela que, a su vez, dio intervención a la Justicia penal.
Un investigador de Salvador Mazza reveló que "la nena le contó al maestro todo lo que el sujeto le hacía y, a pesar de su dificultad para hablar, lo identificó por su nombre. ""Se llama René'', dijo y con ese dato comenzamos a indagar entre los vecinos y todas las personas que tenían contacto con ella".
La chiquita fue revisada por el médico legal que comprobó que sufría desde hacía mucho tiempo abusos sexuales con acceso carnal.
El fiscal penal Armando Cazón explicó que "por el nombre que dio la nena se indagó entre sus conocidos; solo encontramos dos menores cercanos a la familia y que iban a la casa, pero quedaron descartados desde un primer momento. Finalmente se pudo determinar que un hombre que iba con periodicidad a la casa llevaba el nombre que dio la menor. Con ese dato el sujeto fue detenido por la Policía. Fue indagado y le denegué el pedido de eximición de detención". Cazón explicó que dada la discapacidad y las dificultades para hablar de la niña, pedirá que declare en cámara Gesell con "los recaudos del caso", dijo.
Aprovechaba cuando la madre se iba a trabajar
El abusador de la niña discapacitada de 12 años, de Profesor Salvador Mazza, aprovechaba para violentarla cuando la mamá de la menor se iba a trabajar.
Las salidas laborales son muy utilizadas por los abusadores del entorno familiar (parientes o amigos de la familia) para atacar a su víctima. El caso de Salvador Mazza sigue esa regla.
Según los investigadores de la localidad norteña, el sujeto estaba, además, confiado en el retraso mental y las dificultades para hablar de la niña, ya que descontaba que no podría relatar los vejámenes a los que la sometía.
Al indagar en el entorno familiar, los investigadores también supieron que los abusos llevaban un largo tiempo y que el hombre iba casi semanalmente a la casa de la nena, donde se quedaba varias horas. Allí aprovechaba la confianza que le tenía la madre -que lo consideraba un amigo de la familia- para quedarse aún después de que ella se iba a trabajar. Cuando la puerta se cerrada detrás de ella, abusaba de la menor.
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