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El Deconstructivismo como corriente arquitectónica consigue sacudir nuestra manera de pensar la forma, construyendo edificios inquietantes que exploran el potencial de la creatividad humana liberada de ataduras.
El arquitecto salteño César Gutiérrez ofrece un ejemplo práctico: "La parte superior de la ventana de una casa no suele ser diseñada: es algo periférico, no tiene importancia. Nosotros diseñamos ese sector. Y al piso, que es algo que usualmente se diseña, lo dejamos liso. Invertimos el foco. Donde usualmente no se diseña, nosotros diseñamos; y donde se diseña, nosotros no lo hacemos".
Gutiérrez trabaja con deconstructivismo arquitectónico en Salta junto a su socio, Javier Chibán (Estudio Gutiérrez - Chibán). El sello de la propuesta es siempre la novedad, lo inesperado.
"El diseño arquitectónico deconstructivista busca la indeterminación, lo no terminado, lo extremo, la ruptura. Mezcla lenguajes aparentemente incompatibles. Insinúa líneas que deben ser completadas. El conflicto de fuerzas se resuelve a veces generando grandes espacios homogéneos o armónicos, pero con un ángulo de tensión, que se convierte en un punto de interés, como sucede en la plástica con un cuadro", detalló Gutiérrez. Así, las casas edificadas bajo este concepto, se caracterizan por la presencia de elementos inclinados, superpuestos, irregulares... No existen reglas ni preconceptos.
Pero los arquitectos Gutiérrez y Chibán aclaran que, para funcionar, el deconstructivismo debe aplicarse necesariamente de la mano de su opuesto: el minimalismo. "Para que lo deconstruido resalte debe estar en un marco de pureza. No se puede sobrecargar para que aparezca el detalle", precisó Chibán.
Entre los diseños de los arquitectos salteños se destaca una casa que llamaron "Vivir en el bosque" (imagen superior). "Actualmente está en obras -contó Gutiérrez-. Será como tener un bosque dentro de la casa. En este caso, invertir el afuera y el adentro fue jugar con lo inesperado. Lo que no es central, que es un jardín, lo pusimos adentro y lo convertimos en central", explicó.
Gutiérrez y Chibán admiten que el diseño arquitectónico que reúne deconstructivismo y minimalismo no es para cualquier cliente. Solo es apta para osados. "No es una propuesta tradicional por lo tanto no encaja con todo el mundo. Pero el basamento filosófico es importante porque implica partir de opuestos, de conceptos novedosos... eso nos da más libertad para superponer volúmenes y hacer cosas diferentes", concluyó.