¡Buen día! Éxodo

¡Buen día! Éxodo

¡Buen día! Exodo significa salida, camino hacia afuera. Hay un sentido "geográfico" y hay un sentido interior.
Me encantó leer "En éxodo con María", de Emilio Mazariegos. Quisiera compartir hoy con usted algo de su primer capítulo, que nos ayuda a salir de nuestras seguridad para servir a los demás:
"Exodo es camino. Es salida. Exodo es sandalia sobre la arena. Exodo es andadura. Es riesgo y es marcha. Es aventura y es certeza. Es romper amarras y derribar vallas. Es entrar en utopía y hacer lectura de la realidad. Es abrir las puertas y salir a las plazas. Es entrar en lo desconocido. Es arrasar alambradas y tumbar cercas. Es gritar libertad y ponerse en pie. Es abrir el corazón a la esperanza y unirse a los otros como un solo Pueblo. Es sacudir el fardo pesado y levantar los ojos mirando el horizonte. Es extender las manos en búsqueda de lo nuestro y negarse a vivir de limosnas.
Exodo es creer en la comunidad. Exodo es experimentar que Dios es Padre y que está del lado del oprimido. Es dejarse conducir por el espíritu. Es hacer nacer de nuevo la verdad. Es dejar correr de gozo el sudor por nuestra piel morena. Es creer que la boca seca beberá el agua del torrente. Es soñar con alas como de águila en el corazón. Es sentir en las manos libres la paz como un río. Es entrar en la historia.
Exodo es sentirse hombre. Es saberse protagonista de un destino. Es tomar conciencia de las raíces de la vida, del origen, del manantial. Es buscar la propia identidad en la propia historia. Es decir "yo" y saber respetar el "tú". Es creer en la vida como proyecto. Es soñar despierto en el futuro cercano. Es tocar la vida en sus extremos: origen y meta. Es afirmar que el hombre juega dentro de un pal. Es mirar ese plan como voluntad de Dios. Es creer que estoy en la vida para realizar algo bello. Es creer que Jesús ha resucitado. Es creer que la ley, el pecado y la muerte han sido vencidos..."
Una fe nutrida en la esperanza. Y sobre todo en el amor. Amor por el pueblo más desprotegido, engañado, manipulado. Emilio Mazariegos escribe en Guatemala. Vale para todos. También para Argentina.
¡Hasta mañana!