En la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán se llevó a cabo la primera audiencia en el caso Gisela Salva, la joven que fue atacada en 2013 por dos motochorros, quienes la dejaron con serios problemas de salud. En la jornada inicial declararon los dos imputados, el padre de la víctima y siete personas más. Si bien estaba previsto escuchar a 16 testigos, solo la mitad estuvo presente. En ese sentido, la presidenta del Tribunal, María Laura Toledo Zamora, y los vocales, Aldo Primucci y Edgardo Laurenci, decidieron ingresar a un cuarto intermedio hasta el jueves a partir de las 17.
Sergio Esteban Díaz y Gabriel Marcelo Gallardo están acusados de robo calificado agravado por la intervención de un menor. En el momento que se produjo el hecho, el 25 de diciembre de 2013 en inmediaciones de la plaza Pizarro, Gallardo tenía 16 años y actualmente goza de libertad.
Ayer, entre los testigos, también declaró el padre de la víctima, Jorge Osvaldo Salva. Inmerso en un profundo dolor por lo sucedido con su hija hace tres años, contó que dialogó con Gisela con respecto al caso y ella "no quiere saber nada del juicio". En esa jornada gris de hace tres años, el señor se enteró por su otra hija que a Gisela le había "pasado algo" y lo asoció con el embarazo de ocho meses que tenía. Se trasladó al hospital y allí se enteró de lo que había pasado.
Mientras Gisela se trasladaba en moto por las inmediaciones de la plaza Pizarro fue atacada por dos motochorros (Díaz y Gallardo), quienes tras quitarle la cartera provocaron la caída de la joven embarazada. Producto de los golpes y su gestación, tuvo que ser intervenida de urgencia y quedó con serias secuelas mientras que su bebé pudo salir adelante. Al ser consultado por lo expuesto en la parte instructiva del proceso, el hombre dijo no recordar muy bien lo que había declarado.
Se endilgaron culpas
Los puntos conflictivos que se desprenden de las declaraciones de Díaz y Gallardo, ambos imputados por robo calificado agravado por intervención de un menor, son a saber: ¿Quién manejaba la moto en el momento del robo? y ¿quién se llevó el celular? Ante los interrogantes, Gallardo señaló que él iba manejando, era quien tenía la moto; mientras que Díaz expresó ser él quien conducía el rodado. Ambos coincidieron en que estaban borrachos y se encontraron por casualidad el 25 de diciembre de 2013 en horas de la tarde en Orán.
También coincidieron en el contenido de la cartera robada, ya que dijeron que tenía un celular -que luego fue vendido a un joven de Embarcación- y distintos papeles que no sabían de qué eran. Al ser consultado por el abogado defensor si tenía pensado robar, Gallardo señaló que no, que fue mera casualidad que se cruzó con Díaz, lo subió a la moto y se fueron a dar vueltas. Señaló que al pasar a la joven Díaz tironeó la cartera de Salva, fue en ese momento que Gallardo dijo haber sentido un golpe, aceleró la moto y huyeron.
Versión que niega Díaz, quien adujo que el conductor en ese momento era él.