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El torneo Honor en primera división ya tiene campeón y es 9 de Julio tras un partido inédito. El segundo juego entrará en la historia del básquet salteño debido a que comenzó a jugarse en cancha de Independiente, en Lavalle 760, y terminó en la sede de los julianos, ubicada en Urquiza 1024.
El cambio se dio a que el techo del club Independiente tiene filtraciones, y por la lluvia del miércoles por la noche se mojó el piso de la cancha, situación perjudicial para los jugadores. Por esto, la final se trasladó a la cancha de 9 de Julio cuando quedaban poco más de seis minutos para el cierre del segundo cuarto.
El traslado retrasó el desarrollo del juego que recién se reanudó cerca de las 23.40, restando por jugar lo que quedaba del 2º cuarto y todo el complemento. Hasta el cambio de sede, el partido era parejo y estaba igualado en 27 puntos.
Los julianos, dirigidos por Dante “Lalo” Cortez, comenzaron a construir la diferencia en su piso de parquet y terminó imponiéndose 78 a 63. El festejo de 9 de Julio se dio ya en la madrugada del jueves con bengalas y la tradicional vuelta olímpica en su cancha, siendo visitante en la programación de la Asociación Salteña de Básquet Masculino.
Las celebraciones continuarán esta noche en la sede del club puesto que el equipo de primera se reunirá para una cena especial.
9 de Julio es uno de los históricos equipos del básquet capitalino; pudo cerrar el 2017 con el máximo título que se da a nivel local y a esto hay que sumarle los cambios en la infraestructura. El principal es el flamante piso de parquet que le permite desarrollar sus actividades en un terreno más apto para la práctica del básquet; también hay que sumarle el cambio en la iluminación.
Los julianos cierran el año con más de 200 jugadores, entre la escuela de básquet y las divisiones competitivas, cifra que alienta a seguir creciendo.